(AFP) Rusia afirmó este jueves que mató en un bombardeo en Kramatorsk a dos generales y unos 50 oficiales de Ucrania, que reivindicó nuevos y lentos avances en el frente oriental, donde se libra una «batalla feroz».
«Avanzamos cerca de Bajmut y continuamos. Nos estamos moviendo», indicó en Telegram el comandante de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Sirski.
El ejército ucraniano ataca desde hace varias semanas los flancos de Bajmut, epicentro de los combates en la cuenca del Donbás, realizando lentos avances. El interior de la ciudad cayó en mayo en manos de los rusos.
«Nuestras tropas están arañando cada metro de terreno del enemigo en una batalla feroz. Están progresando», incidió la viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar.
Ucrania, equipada por las potencias occidentales, asegura que recuperó una decena de localidades desde inicios de junio, en una contraofensiva que chocó con fuerzas rusas que desde hace meses preparan la defensa, con trincheras y campos minados.
– Putin en inusual baño de multitudes –
Rusia afirmó que mató a dos generales ucranianos en un bombardeo esta semana en la ciudad de Kramatorsk, en el este del país.
«Tras un ataque de alta precisión (…), dos generales, hasta 50 oficiales de las fuerzas ucranianas y hasta 20 mercenarios e instructores militares extranjeros participantes en una reunión (…) fueron eliminados», indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
El comunicado no precisa si ese ataque correspondía al bombardeo del martes que dejó 12 muertos en un restaurante de Kramatorsk.
Ese bombardeo también dejó 65 heridos, incluidos tres colombianos, entre ellos el escritor Héctor Abad Faciolince y el excomisionado de paz Sergio Jaramillo.
Las autoridades ucranianas dieron parte de la presencia «principalmente de civiles» en el restaurante Ria Pizza, muy frecuentado por militares, periodistas y trabajadores humanitarios.
Las autoridades rusas se esfuerzan en dar una imagen de normalidad y en demostrar que la ofensiva en Ucrania no resultó en nada afectada por la rebelión abortada del grupo paramilitar Wagner durante el fin de semana.
Putin apareció la noche del miércoles junto a decenas de personas en la ciudad de Derbent, en el Cáucaso ruso, donde aceptó posar para hacerse fotografiar, dio apretones de manos e incluso besó en la cabeza a una niña.
El Kremlin dio ver en ello «una increíble demostración de apoyo» por parte de los rusos, sin que AFP pudiera verificar el grado de espontaneidad de ese baño de multitudes. Putin aparece raramente en reuniones populares, por razones de seguridad y sanitarias.
Numerosos analistas y responsables occidentales dijeron haber visto la rebelión del grupo Wagner como una señal de debilidad de Putin.
Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, estimó este jueves que «un Putin debilitado es un peligro mayor». «Tenemos que estar atentos a las consecuencias» y «tenemos que ver a Rusia como un riesgo, a raíz de la inestabilidad interna», apostilló Borrell.
– Ucrania espera «señal» de la UE y la OTAN –
En el frente diplomático, el enviado del papa Francisco para la paz en Ucrania, el cardenal Matteo Zuppi, se reunió en Moscú con la comisionada rusa para la infancia, Maria Lvova-Belova.
«Hemos hablado de cuestiones humanitarias vinculadas a las operaciones militares y a la protección de los derechos de los niños», escribió en Telegram la responsable rusa, con captura recomendada por la Corte Penal Internacional (CPI) por la presunta «deportación ilegal» de menores ucranianos.
Zuppi prevé reunirse también este jueves con el patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa y aliado de Putin.
Ucrania, que desde hace 16 meses resiste a la invasión rusa, espera por su lado señales de sus socios occidentales de que están dispuestos a apoyar su ambición de unirse a la Unión Europea (UE) y a la OTAN.
«Llegó el momento de ser claros sobre el ingreso de Ucrania a la alianza» atlántica, dijo el canciller ucraniano, Dmitro Kuleba, al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conversación telefónica.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió el miércoles señales «concretas» de parte de la OTAN en la cumbre anual prevista a mitad de julio en Lituania.
Sin embargo, los aliados siguen buscando una línea común sobre las garantías de seguridad que están dispuestos a acordar a Kiev antes de una eventual adhesión. Una problemática que también analizan en Bruselas los 27 países de la UE.
«El debate será difícil» en los próximos meses, dijo este jueves a la AFP Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, antes de la apertura de una cumbre en la capital belga.
Descubre más desde Notiultimas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.