Por María Teresa Cabrera
En los países donde los procesos democráticos han avanzado, es habitual el debate entre las candidaturas a posiciones electivas.
Se observa en países de América Latina, Europa y en los Estados Unidos. En muchas ocasiones y lugares, el resultado de estos debates determina la inclinación de los electores en favor de una determinada propuesta. Quienes postulamos por la profundización del proceso democrático en el país, debemos promover el debate de altura, democrático y propositivo, como uno de los pilares de la competencia electoral.
Es en ese entendido que me gustaría debatir ideas y propuestas con el presidente Luis Abinader, el ex presidente Leonel Fernández y con todos los demás candidatos y candidata presidenciales, sin exclusión alguna. Tengo un particular interés de demostrar en un debate público, que la propuesta que como candidata presidencial propongo al electorado, es la que conduce a la justicia social, y a la real democratización política y económica que el pueblo y el país esperan desde la caída de la dictadura de Trujillo en 1961.
Y en ese mismo debate, poner claro que las tres propuestas de los candidatos que dominan las encuestas de opinión son esencialmente iguales, y son las tres que han metido al país y el pueblo en el pozo en que estamos.
No hay diferencia sustancial entre sus propuestas; además de que ya el pueblo las ha sufrido, porque la observan en el actual gobierno, en el caso de Luis Abinader, y la observaron en gobiernos anteriores en los casos de Leonel Fernández y el candidato del PLD, Abel Martínez.
El verdadero debate está entre las propuestas tradicionales que expresan esos tres candidatos, y la alternativa, la retadora, de la que hago parte, y reconozco que también hay otras que también postulan en el proceso electoral en curso y que tendrán disposición de exponer. Los medios de comunicación de la República Dominicana han sido siempre fervientes defensores de los derechos democráticos y de las libertades públicas y han dado cabida a la diversidad de ideas, y eso los hace aliados extraordinarios del proceso democrático.
Desde esa autoridad ganada, deben hacer todo lo posible para que el presidente Luis Abinader, y el ex presidente Leonel Fernández, se expresen como lo que realmente son, ciudadanos; y demuestren vocación democrática, concurriendo a debates en igualdad de condiciones conmigo y con otras candidaturas como la de Fulgencio Severino, Virginia Antares, Carlos Peña, Miguel Vargas y Roque Espaillat.
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