Nunca dejes pasar por alto… cualquier tipo de iniquidad

APOSTILLAS

Federico Sánchez  -FS Fedor-

Si ves que te maltratan verbalmente, y el desvelo molesta tu salud más inquietante o sufrida, ya sea que te zahirieron con un sustantivo suave, pero mal sonado, como sonajeras desequilibradas, o que te infringieran con un adjetivo sutil, atrevido, ya melindroso, pervertido, entonces no lo dejes pasar por alto. No es cuestión de orgullo, sino de respeto a tu propio ego, o tu salud, a tu sabia humildad.

Pues es bien sabido que las estaciones anuales conjuran para que te aclimate a un nuevo porvenir, plañido de poesías longitudinales. Apacibles.

Si entiendes que al niño, al anciano, a la mujer, alguien trata de delinquirles y obtener de ellos usufructo y devoción maliciosamente, no lo dejes pasar por alto, denúncialo. No es cuestión de valentía y prepotencia, quizás de arrogancia, no, sino de solidaridad a tiempo con tus semejantes humanos contra el salvajismo, la barbarie y el oprobio. Contra la infamia.

En tu denuncia haz que sea un intento propositivo que como ser el humano te delata, y a un tiempo dilata las malas influencias inoportunas y oportunistas de los alabanciosos y los que ofrecen ditirambos de nuevo cuño bien adornados.

Recuerda siempre que el simulador de emociones lanza su vejamen verbal, cavernícola, esa frase punitiva que ofende y luego se esconde, como el que tira la piedra para huir despaciosamente o en un sesgo subrepticio, como un alacrán. Hay que descubrir su escondrijo para sacarle en cara su mala práctica bochornosa. Esteparia y punitiva.

Si por alguna sinrazón ves que a alguien le ponen una pesa furtiva a la balanza,

no lo dejes pasar por alto. No es cuestión de hacer el bien sin mirar a quien, sino que como vivimos en tiempos sumamente imposibles, y el engaño hay que desnucarlo a tiempo, a como dé lugar, sin penas, como una norma de pensar, de hacer la paz o regenerar el valor, de levantar el pundonor de la prudencia, entonces hay que hacerlo, aun se tenga que emprender un esfuerzo sobrehumano. Difícil pero posible.

Y en ese sentido, la primavera sería más equitativa y saludable para todos, más formidable, exquisita. Más ecuánime y solidaria.

Si alguien te dice que eres un canalla, sin tener a manos argumentos concretos

para demostrarlos, no lo dejes pasar por alto. Invéntate una contra, claro con demostraciones asertivas, con hipótesis certeras, tesis y antítesis propositivas, para entonces llegar a la síntesis efectiva. O cuasi perfecta. Lo importante es no callar, no dejarse imponer ideas absurdas y chismes baratos, de baja estofa.

Y no te arrepientas de enfrentarlo, aun sea poderoso, intocable, indecorosamente inaccesible. El otoño hará que fructifiquen tus hojas, que arrojen raíces de salubridad en tu llanura de prado verde y florida. Florecida. Cuyas ideas, como en una floreta flotante, orbiten alrededor de la verdad, tu verdad convincente. Ecuánime.

No, no lo dejes pasar por alto, pues a veces el arrepentimiento es más doloroso

que cualquier equívoco. Y si  te atreve a realizar, enfrentar el peligro a la vista, de seguro que el invierno te protegerá del enfriamiento, del helado acontecer, y cualquier habitáculo prorrogará el calor de la noche.


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