(AFP) Nueve palestinos fueron matados el jueves en una incursión del ejército israelí en Yenín, en Cisjordania ocupada, durante la cual según fuentes palestinas se lanzó gas lacrimógeno en un hospital.
En total, nueve personas murieron, entre ellas «una mujer anciana», y una veintena resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, durante esta operación militar en el campo de refugiados de esta ciudad del norte de Cisjordania ocupada, según el ministerio palestino de Salud.
Se trata del balance más elevado en una operación israelí en Cisjordania en los últimos años.
Un portavoz militar israelí indicó que el ejército había llevado a cabo «una operación antiterrorista» contra la organización armada Yihad Islámica, implicada en varios ataques antisraelíes.
Antes de retirarse, las fuerzas israelíes «lanzaron de manera deliberada granadas de gas lacrimógeno» en el servicio de pediatría de un hospital de Yenín, lo que «provocó la asfixia de algunos niños», afirmó la ministra palestina de Salud, Mai Al Kaila.
«Nadie lanzó gas lacrimógeno deliberadamente en un hospital (…) pero la operación se llevó a cabo no lejos de un hospital y es posible que gas lacrimógeno entrara por una ventana abierta», dijo a la AFP un portavoz del ejército israelí, rechazando las acusaciones palestinas.
– «Sospechosos» –
Durante la incursión, las fuerzas israelíes dispararon contra supuestos miembros de la resistencia palestina, había indicado poco antes el ejército. Los soldados entraron en un edificio en el que había «sospechosos», agregó.
«La resistencia está por todas partes y está preparada para el próximo enfrentamiento en caso de que el gobierno fascista (israelí) y su ejército criminal continúen atacando nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestros lugares sagrados», comentó Tariq Salmi, portavoz de la Yihad Islámica.
A finales de la mañana, los servicios de emergencia trabajaban entre los escombros, en el campamento de Yenín, donde los muros de varios edificios quedaron ennegrecidos por los incendios, constató un fotógrafo de la AFP.
Las instalaciones, creadas en 1953, son una ciudad dentro de la ciudad y albergan a cerca de 20.000 refugiados, según la UNRWA, la agencia de la ONU a cargo de los refugiados palestinos.
En mayo de 2021, la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, estrella de la televisión Al Jazeera, fue asesinada cuando cubría una incursión israelí en el lugar.
El ejército israelí, que ocupa Cisjordania desde 1967, efectúa operaciones casi a diario en ese territorio palestino, en particular en el norte en los sectores de Yenín y Nablus, bastiones de grupo palestinos armados.
«El ejército israelí destruye todo y dispara a todo lo que se mueve», declaró a la AFP el vicegobernador de Yenín, Kamal Abu Al Rub, quien agregó que los habitantes viven «en un estado de guerra».
De acuerdo con la Cruz Roja, la evacuación de muchos heridos era difícil, declaró la ministra Al Kaila.
– «Masacre» –
La responsable palestina pidió que se realizara una «reunión de urgencia» con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Lo que pasa en Yenín y en su campo es una masacre perpetrada por el gobierno de ocupación israelí», afirmó Nabil Abu Rudeina, vocero del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
«La ocupación pagará el precio por esta matanza que cometió en Yenín y en su campo de refugiados», prometió en un comunicado Saleh Al Aruri, alto responsable de Hamás, movimiento islamista palestino en el poder en la Franja de Gaza.
El secretario general de la Liga Árabe denunció una «masacre sangrienta» perpetrada «bajo las órdenes directas del (primer ministro israelí Benjamin) Netanyahu y su Estado Mayor».
Con los fallecimientos del jueves, sube a 29 el número de palestinos, civiles o miembros de grupos armados, abatidos desde inicios de año en hechos de violencia con las fuerzas o civiles israelíes.
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