Ecuador está experimentando un aumento sin precedentes de la actividad criminal, al que el gobierno del país ha respondido declarando un régimen de conflicto armado interno.
El jefe del Comando Unificado de las Fuerzas Armadas del Ecuador, Jaime Vela Eraso, dijo en un mensaje en video que los grupos criminales ahora están siendo tratados como objetivos militares. Esto sigue al decreto del presidente Daniel Noboa de «neutralizar» a 22 pandillas con decenas de miles de miembros.
«No vamos a dar marcha atrás ni a negociar», enfatizó el almirante.
El agravamiento de la situación en Ecuador se hizo especialmente notorio luego de un atrevido incidente ocurrido en el estudio de televisión TC de Guayaquil, donde delincuentes armados y enmascarados amenazaron en vivo al presentador y exigieron la retirada de la Policía, la cual pudo detener a varios intrusos y evacuar a la gente del estudio. La fiscalía acusará a los atacantes de terrorismo.
La situación se agravó después de una serie de disturbios carcelarios y la fuga del líder de una de las pandillas más grandes, tras lo cual Noboa declaró el estado de emergencia por 60 días.
En la noche del 9 de enero se produjeron disturbios, ataques incendiarios a automóviles y autobuses y explosiones de artefactos explosivos improvisados en ciudades de todo el país, incluida Guayaquil. Ocho personas murieron y dos más resultaron heridas en los disturbios en Guayaquil, dijo la Policía. También en la ciudad de Nobol murieron dos policías.
Las autoridades de Quito, la capital de Ecuador, han intensificado las medidas de seguridad y han pedido el despliegue del ejército para proteger sitios estratégicos.
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