Cómo las ideas de Milei calaron en la Argentina del movimiento feminista «verde»

(AFP) No se trató solo de economía. En Argentina los votantes están inmersos además en una discusión sobre el poderoso movimiento feminista, luego de que el antisistema libertario Javier Milei prometiera revertir los derechos de las mujeres con los que el país marca el ritmo de la región.

Milei, el segundo candidato más votado en las presidenciales del domingo después del peronista Sergio Massa, se caracteriza por su férrea postura antiaborto, su determinación de eliminar el Ministerio de la Mujer y su negación de la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Unos lo acusan de ser una «reacción patriarcal» a los feminismos; otros lo consideran el abanderado de una «mayoría silenciosa» que se había «atrincherado» frente al avance de los derechos de la mujer.

«En las ideas de Milei hay mucho de reacción patriarcal», dijo la candidata de izquierda Myriam Bregman. «Como mínimo, sienten cuestionados sus privilegios».

En oposición, en el acto de campaña final donde Milei cantó como una estrella de rock entre imágenes de explosiones, uno de sus simpatizantes aseguró a la AFP que las feministas «tienen un discurso que es como grabado».

«No comparto que modifiquen el idioma castellano», dijo Moisés Achee, un obrero de 57 años, refiriéndose al lenguaje inclusivo. «Ni que me impongan ciertas cosas que si no las acepto es como que soy yo el que excluye a las personas. No comparto para nada ciertas ideas. ¡Así que vamos junto a Javier Milei!»

El candidato de 53 años convenció a sus seguidores de que sería su abanderado ante estas disconformidades. «¡No voy a estar pidiendo perdón por tener pene!», exclamó, por ejemplo, en una entrevista el año pasado.

– Del pañuelo verde a la trinchera –

En 2015, las argentinas lanzaron el grito de «Ni una menos», para denunciar los femicidios como la máxima expresión de la violencia de género.

En Argentina, este efervescente movimiento de reivindicaciones tuvo su punto cumbre en las discusiones sobre el derecho al aborto, que comenzaron en 2018 hasta que tras un segundo intento se promulgó finalmente en enero de 2021.

En esos años los pañuelos verdes de «las pibas», una adaptación feminista de los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo, fueron adoptados por mujeres de todo el mundo.

«Argentina es la puerta que abre las luchas por derechos en la región, y la que imprime sesgos de época políticos en ese sentido», dijo a la AFP Soledad Vallejos, periodista especializada en temas de género y quien integró el grupo fundador de Ni Una Menos.

Y «si los sectores de la reacción conservadora pueden torcer el brazo a la sociedad argentina en eso, van a ir por todo en la región», advirtió.

Mientras esta «marea verde» se propagaba, la reacción de los varones que se sentían injustamente cuestionados se estaba gestando en grupos de WhatsApp y redes sociales.

Lo cuenta así el propio Agustín Romo, quien entonces era influencer y ahora es director de comunicación digital de Milei.

«Hubo un sobregiro del feminismo para el que eras culpable solo por ser hombre que generó una reacción importante incluso en varones y mujeres no ideologizadas. O en mujeres que incluso se dieron cuenta de que se les había ido la mano», dijo en agosto a elDiarioAR.

«En ese momento (entre 2017 y 2019), un amigo me mete en un grupo de WhatsApp. Y el grupo era una trinchera», relató Romo.

– La irrupción de Milei –

Paralelamente a la formación de estas «trincheras» en las redes sociales, un economista libertario era invitado con frecuencia en la televisión argentina porque su histrionismo y sus dichos antisistema generaban buen rating. Era Javier Milei.

Llegó entonces la pandemia, que terminó de aderezar el coctel perfecto para crear este movimiento de reacción que se percibe a sí mismo como rebelde y liberador.

Y en la Argentina del «Ni una menos», Milei comenzó a reclamar «igualdad ante la ley» cuando se le habla de femicidio. Es decir, propone eliminar el agravante que contempla el código penal cuando el motivo del crimen es una cuestión de género.

El filósofo Ricardo Forster dijo a la revista Perfil que Milei «tiene un discurso que parece rebelde, pero sin embargo es profundamente reaccionario en términos de valores tradicionales».

Así, los estudios de opinión muestran que los votantes de Milei son mayoritariamente hombres.

«Hay algo de la masculinidad que está en juego, del resentimiento de la masculinidad que se expresa en el crecimiento de extremas derechas en muchas partes del mundo», prosiguió Forster, comparando el fenómeno Milei con los de Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil.

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