El ministro señaló que Rousseff y su homólogo haitiano, Michel Martelly, hablarán en Puerto Príncipe sobre la disminución del contingente brasileño en Haití, país en el que Brasil pondrá más énfasis en «acciones de infraestructura y desarrollo económico», como la construcción de una hidroeléctrica, escuelas y hospitales.
Haití sufrió el 12 de enero de 2010 un terremoto que dejó cerca de 300.000 muertos y destruyó infraestructuras básicas, casas y carreteras.
Brasil, que aporta 2.200 soldados, es el responsable de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) y patrocina proyectos de infraestructura en el país, donde cerca de 500.000 personas aún viven en tiendas de campaña.
En su visita la mandataria también tratará «el papel de Brasil en la estabilización y reconstrucción de Haití tras el terremoto», según declaraciones del ministro recogidas por Agencia Brasil.
Rousseff llegará a Haití el 1 de febrero procedente de La Habana, donde estará de visita el 31 de enero.
El responsable de Exteriores dijo que la regulación de los cerca de 2.400 haitianos que han ingresado en Brasil por la Amazonía en los últimos meses y la concesión de más visados es parte de la «nueva política» de apertura de Brasil hacia este país caribeño.
Cerca de 4.000 haitianos viven en estos momentos en Brasil, sobre todo en la zona de la Amazonía, según datos gubernamentales.
El Gobierno concedió a los inmigrantes haitianos un visado de residencia «humanitaria» que les permite vivir y trabajar en Brasil debido a que no pueden ser considerados asilados ni refugiados políticos.
La mayoría de los haitianos llega por intermedio de redes de tráfico de personas tras un viaje que comienza en un vuelo directo entre Santo Domingo y Quito y continúa por carreteras de Bolivia y Perú antes de ingresar en la Amazonía brasileña.