Lamentable, pero inusual, la muerte del preso Wilmar Villar, dice el gobierno cubano

Entre otras reacciones de Estados Unidos, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, responsabilizó a La Habana de la muerte de Villar y pidió que Cuba permita a Naciones Unidas y a la Cruz Roja Internacional inspeccionar sus prisiones.

La directora de América del Norte de la cancillería cubana, Josefina Vidal, replicó por escrito que el caso está tergiversado y manipulado por intereses políticos mezquinos, para justificar la política de bloqueo contra la isla. Rechazó las afirmaciones estadunidenses como parte de una política de agresión e injerencia en los asuntos internos de Cuba.

En España, la cancillería y la vicepresidenta Soraya Sáenz también condenaron al gobierno cubano. La alta representante de la UE para la Política Exterior, Catherine Ashton, dijo que el caso plantea dudas sobre el sistema judicial y penitenciario cubanos.

En un comentario en su sitio web, la cancillería cubana respondió que ni al gobierno español ni a la Unión Europea les asiste la más mínima autoridad moral para enjuiciar a Cuba.

El vocero oficial de Chile, Andrés Chadwick, deploró la muerte de Villar y dijo que el gobierno de Sebastián Piñera pidió a su embajador en La Habana que transmitiera a la isla nuestra preocupación por el respeto que se da en ese país a las libertades civiles y a los derechos humanos.

En este caso reaccionó la directora de América Latina y el Caribe del gobierno cubano, Marielena Ruiz Capote, quien rechazó categóricamente las injerencistas y mendaces declaraciones.

Las dos funcionarias cubanas y el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores acusaron, a su vez, a los gobiernos de Estados Unidos, España y Chile de incurrir en violaciones a los derechos humanos.

La viuda de Villar sostiene que el preso era un opositor y murió después de una huelga de hambre en demanda de una revisión de su condena de cuatro años de cárcel, pero el gobierno cubano rechazó ambas versiones.

Villar fue detenido el 14 de noviembre de 2011 y sentenciado 11 días después por desacato, atentado y resistencia, previstos como formas de violencia, ofensa o desobediencia contra la autoridad.

Según un informe oficial, el 13 de enero de 2012 Villar salió de una prisión de Santiago de Cuba a un hospital con neumonía severa del pulmón izquierdo. Murió seis días después de un shock causado por sepsis (infección generalizada en el organismo).

 

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