Por Rebeca Henriquez
En la República Dominicana, «La Semanal» con Luis Abinader se ha convertido en un espacio mediático relevante, pero su enfoque en responder únicamente a los casos que se viralizan en redes sociales plantea serias preocupaciones sobre la atención a las necesidades de la población.
Esta dinámica resalta una realidad inquietante: muchos ciudadanos, que acuden a las distintas fiscalías en busca de justicia y soluciones, a menudo son ignorados por las autoridades si sus casos no generan el mismo eco mediático que otros.
Es lamentable que la respuesta gubernamental y de las instituciones dependa de la viralización de un problema, dejando en el olvido situaciones críticas que requieren atención inmediata. La falta de acción frente a los casos menos visibles no solo refleja una deficiencia en el ejercicio de las funciones públicas, sino que también perpetúa la injusticia y el sufrimiento de quienes buscan ayuda.
Particularmente preocupante es la vulneración constante de los derechos de niños, niñas, adolescentes, así como de hombres y mujeres trabajadores. Este año escolar está por comenzar y un elevado número de niños dominicanos se quedará sin recibir el pan de la enseñanza por falta de cupo en las escuelas, lo que vulnera sus derechos fundamentales. La educación es un pilar esencial para el desarrollo y el futuro del país, y es inaceptable que tantos niños queden excluidos del sistema educativo.
Asimismo, la situación en los hospitales es alarmante. Gran parte de la sociedad denuncia que se les exige comprar insumos médicos o que no cuentan con los equipos necesarios para realizar estudios de alto costo. Esto también vulnera los derechos de las personas más vulnerables, quienes no deberían tener que enfrentar obstáculos adicionales para acceder a la salud.
Nuestra organización defensora de derechos fundamentales tiene un compromiso social con la ciudadanía y continuaremos siendo la voz de los que no tienen voz. Es esencial que se implementen mecanismos para garantizar que cada caso reciba la atención necesaria, independientemente de su presencia en redes sociales.