SANTO DOMINGO (AP).-Más de ocho millones de dominicanos van a elecciones presidenciales el domingo en las que el presidente Luis Abinader llega como candidato favorito para revalidar su mandato, tras una campaña protagonizada por el desafío migratorio en el país y la seguridad fronteriza con su vecino Haití.
Las encuestas mantienen como favorito a Abinader, quien llegó al poder en 2020 a través del Partido Revolucionario Moderno, y se enfrenta a dos candidatos opositores, el exalcalde de la segunda ciudad más importante del país, Abel Martínez, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el tres veces presidente Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo.
Abinader, uno de los líderes más populares de la región, ha apuntalado su aceptación con controvertidas medidas para enfrentar el repunte de la migración de haitianos, ante el declive de la nación vecina por el impacto de la violencia y las pandillas acentuado desde el asesinato en 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse.
Un tema que también han abordado los otros dos candidatos opositores con promesas para controlar el flujo migratorio y mantener las deportaciones.
El mandatario y candidato a la reelección inició durante su gestión la construcción de un muro fronterizo en febrero de 2022, en un planteamiento similar al del exmandatario Donald Trump en Estados Unidos, para impedir el cruce masivo de haitianos hacia República Dominicana en una frontera de cerca de 400 kilómetros.
Pero, además, se ha negado a levantar campos de refugiados para quienes huyen de la violencia e instabilidad en Haití y ha incrementado las deportaciones de migrantes indocumentados a más de 175.000 en el último año, según cifras del gobierno.
Esas medidas, no obstante, han cosechado también críticas desde organizaciones de derechos humanos por discriminatorias.
“Estas expulsiones colectivas son una clara violación de las obligaciones internacionales de la República Dominicana y, ponen en riesgo la vida y los derechos de estas personas. Los retornos forzados a Haití deben cesar”, dijo Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en una carta abierta al presidente de República Dominicana.
Éste, por su parte, llevó el asunto a la última Asamblea General de las Naciones Unidas y a la reunión de su Consejo de Seguridad, donde fue categórico al reclamar que la situación de Haití “no puede esperar más” y que es urgente el despliegue de una fuerza internacional para su pacificación.
Las propuestas de los candidatos sobre la situación migratoria han captado el interés de votantes como Perla Concepción, una joven secretaria de 29 años, que expresó a The Associated Press que es su principal preocupación y que la tendrá en mente el domingo cuando vaya a votar.
“Me preocupa”, reconoció esperando un cambio en los próximos cuatro años del nuevo mandato. “Vemos una masiva migración de parte de nuestros vecinos y siento que no hay un control”.
Del otro lado, están los afectados por las medidas de deportación, que no votan en las elecciones. Deborah Dimanche, con dos años residiendo en República Dominicana, fue detenida por oficiales de migración mientras iba hacia su lugar de trabajo y fue llevada al centro de detención ubicado en Haina, desde donde sería deportada.
“Dicen que no la van a entregar, que la van a depurar y que la mandarán a Haití”, dijo a The Associated Press el jueves su pareja Juan René, de nacionalidad dominicana, en el portón del centro suplicando por que le dejaran hablar con ella.
Jonairis Montero, que trabaja en gestión de redes sociales de 31 años, espera unas elecciones transparentes y se inclina por revalidar la gestión de Abinader. “Ha hecho un buen trabajo”, defendió.
“Creo que podemos volver a darle la oportunidad para ver qué otras cosas nuevas puede seguir ofreciendo”, insistió la mujer y mencionó que hace falta una mejora en la educación. Según dice, los gobiernos dominicanos sólo han invertido en infraestructura y no en la calidad de la enseñanza.
En las elecciones del domingo los dominicanos también elegirán a 178 diputados y 32 senadores para el Congreso Nacional por los próximos cuatro años.
Para el nuevo gobierno, también habrá retos a resolver en el plano económico, como los que mencionó el Banco Mundial en un informe de abril de este año.
“Los motores de ese excepcional crecimiento están llegando a su límite, debido al bajo crecimiento de la productividad en los últimos años, un insuficiente capital humano para atender las necesidades del sector empresarial, la ocurrencia de desastres relacionados con el cambio climático y distorsiones en mercados claves”, recogía el documento.
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