«Hipótesis real y válida»: La rivalidad de potencias mundiales en el espacio alimenta la amenaza de guerra fuera de la Tierra

Hoy, en el contexto de la discordia terrestre, la guerra fuera de la órbita terrestre se ha vuelto más posible que nunca en la historia de la exploración espacial, escribe El Periódico. Como señala el diario, en el marco de la resurgida carrera por el dominio espacial, la Luna ha vuelto a convertirse en uno de los objetivos geopolíticos más importantes.

Cada vez son más los países que en la actualidad vuelven sus ojos al espacio, considerando su conquista como una forma de lograr el dominio sobre la Tierra. Como escribe El Periódico, en nuestro tiempo, la guerra fuera de la órbita terrestre se ha convertido en una » hipótesis muy real y válida «. 

Los expertos dicen que la carrera por el dominio espacial está resurgiendo, pero bajo condiciones económicas y geopolíticas diferentes a las que alguna vez definieron la carrera entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Hoy en día, los expertos advierten cada vez más que la dimensión militar del espacio se está volviendo importante para comprender la nueva fase de la carrera espacial. La publicación llama al espacio «un reflejo de las disputas terrestres «. En octubre de 1967, más de 100 países firmaron el Tratado del Espacio Exterior y acordaron que el espacio es una «propiedad común » y solo puede ser utilizado » con fines pacíficos «. 

Ahora, más de 50 años después, las nuevas dinámicas geopolíticas y los desafíos económicos han hecho que el mundo pase de la idea del espacio como un lugar de cooperación y un activo global a preservar a la competencia entre las grandes potencias.

Uno de los objetivos geopolíticos más importantes de la actualidad se ha convertido nuevamente en la Luna, como el futuro puesto de avanzada de la humanidad para vuelos al espacio profundo y una fuente probable de recursos valiosos. En esta competencia, cada uno de los países busca vencer a los competidores. Así, Estados Unidos, junto a unos 30 países, ya ha lanzado el programa espacial Artemis con la intención de volver a pisar la Luna, crear allí una estación espacial y desde allí iniciar vuelos a Marte y más allá. Y en esto no están solos: cada vez más países pretenden dejar su huella en el satélite de la Tierra.

Rusia también se ha sumado a esta carrera. A pesar de que últimamente Moscú se ha “centrado en la Tierra y ha relegado un poco el dominio del espacio a un segundo plano ”, la nueva realidad geopolítica le permite contar con la cooperación en este tema con Pekín, dicen los expertos. Además, en la actualidad, China se destaca como un país espacial tecnológicamente avanzado que cuenta con sus propios satélites e incluso un rover.

A diferencia de la carrera espacial del siglo pasado, hay muchos más jugadores en la carrera actual. Aunque ellos, en particular India, Japón, Israel, Corea del Norte y del Sur, Irán, no están a la altura de los estadounidenses y los chinos, el desarrollo de sus tecnologías no debe subestimarse. Además, el sector privado está comenzando a jugar un papel cada vez más importante. El ejemplo más llamativo de esto son las actividades de Elon Musk y Jeff Bezos: los multimillonarios están decididos a liderar la conquista de la luna.


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