Diferencias entre el hambre física y hambre emocional, ¿cuál te está ganando sin darte cuenta?

Existen dos tipos de hambre que es importante identificar: la física y la emocional. Aquí te compartimos sus diferencias para que las contemples antes de ingerir algún alimento.

Debes saber que tener hambre es algo completamente natural en los seres vivos, al ser una necesidad fisiológica, pero en ocasiones no identificamos por qué sentimos esta «necesidad».

Si te interesa aprender a diferenciar entre el hambre física y emocional, pon atención a las señales que aquí te compartimos.

En las primeras etapas del hambre, se presentan síntomas como:

  • Sensación de vacío en el estómago
  • Leve molestia o ruidos estomacales («gruñidos»)
  • Pensamientos sobre comida
  • Disminución leve de la energía
  • Ligera dificultad para concentrarse

Con el paso del tiempo, los signos avanzan y podrías detectar dolor o malestar estomacal más fuerte, irritabilidad, cambios de ánimo, mareos, debilidad, dolor de cabeza y temblor en las manos o sensación de inestabilidad.

Toma en cuenta que ignorar el hambre por largos períodos puede provocarte cansancio extremo, náuseas y hasta problemas cognitivos.

¿Qué es el hambre emocional?

El hambre emocional se manifiesta cuando usas la comida para sentirte mejor, lo que también se conoce como un tipo de ansiedad que puede hacerte comer.

Este tipo de «hambre» genera una sensación de apetito sin necesidad real de ingerir alimentos, con el propósito de gestionar problemas personales.

También aparece como respuesta al estrés, la tristeza o el aburrimiento, lo que significa que en realidad no es hambre, sino una necesidad emocional.

A diferencia del hambre física, que surge gradualmente y se satisface con cualquier alimento, el hambre emocional suele aparecer de repente y con antojos específicos de comida reconfortante, generalmente alta en azúcar, grasas o carbohidratos.

¿Cómo evitar comer por factores emocionales?

El Instituto Médico Mayo Clinic sugiere que los antojos de comida suelen surgir cuando te encuentras en un punto de mayor debilidad emocional y buscas consuelo.

Recuerda que comer por factores emocionales puede sabotear tus esfuerzos para mantener un peso saludable, ya que podrías ingerir demasiados alimentos ricos en calorías, azúcar y grasa.

Para evitarlo, los expertos recomiendan llevar un diario de comidas y anotar qué comes, cuánto, cuándo, cómo te sientes al hacerlo y cuánta hambre tienes.

Es importante dominar el estrés con métodos como yoga, meditación o respiración profunda. También puedes prestar atención al tiempo que pasas sin comer y, si el estómago hace ruido, sabrás que es hambre física y no emocional.

Toma en cuenta otros consejos, como eliminar tentaciones en casa y oficina, encontrar actividades para combatir el aburrimiento, elegir alimentos saludables y no privarte de algunos antojos.

salud180.com


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