Cómo el Mossad israelí llevó a cabo su mayor operación con agentes extranjeros en Irán

Según un nuevo informe, la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, desplegó a más de 100 agentes extranjeros en Irán al comienzo de la Guerra de Junio, la mayor operación de este tipo en su historia.

Según The Times of Israel, se desplegaron agentes no israelíes altamente entrenados para destruir una parte significativa de los lanzamisiles y sistemas de defensa aérea iraníes en una misión compleja y de alto riesgo que allanó el camino para un ataque sorpresa israelí.

Según fuentes, los agentes recibieron entrenamiento intensivo en el uso de sistemas de misiles avanzados entregados en secreto a Irán. Desplegados en zonas remotas del país, atacaron lanzadores de misiles balísticos y sistemas antiaéreos según las órdenes. Esta operación se llevó a cabo en paralelo a la campaña israelí «León Ascendente», una serie de ataques aéreos y con misiles a gran escala destinados a neutralizar la capacidad de represalia de Irán.

La operación del Mosad formó parte de una estrategia triple que incluyó el uso de drones explosivos y vehículos camuflados para atacar las instalaciones de defensa aérea iraníes. Un alto funcionario de seguridad israelí declaró a Fox News que el Mosad coordinó «una cantidad masiva de agentes que operaban en las profundidades de Irán con un nivel de infiltración sin precedentes».

Entre ellos se encontraban disidentes iraníes reclutados y reentrenados como comandos para llevar a cabo tareas clave. Los analistas consideran la operación una de las más exitosas en la historia de la integración de inteligencia y militar israelí.

Las consecuencias de la operación han afectado la situación interna en Irán. En los últimos meses, las autoridades iraníes han informado de la ejecución de varios presuntos agentes del Mossad y del arresto de decenas de personas acusadas de colaborar con la inteligencia extranjera. Según Kurdistan24, a finales de julio, las agencias de inteligencia iraníes detuvieron a sospechosos, entre ellos Babak Shahbazi, en varias provincias. Estas medidas se consideran un intento de Teherán por desmantelar las redes de inteligencia que operan en su territorio.

A pesar de los éxitos del Mosad, Irán conservó la capacidad de contraatacar. Durante los 12 días de conflicto, se lanzaron más de 550 misiles balísticos y 1000 drones kamikaze contra Israel. La mayoría fueron interceptados por el sistema de defensa aérea multicapa israelí, con el apoyo de las fuerzas estadounidenses, aunque los ataques aun así causaron gran destrucción y víctimas. Sin embargo, según un análisis del Instituto Judío para la Seguridad Nacional de Estados Unidos (JINSA), la operación del Mosad redujo el número de lanzadores de misiles iraníes activos de aproximadamente 350 a 100 al final del conflicto.

Los ataques sorpresivos, con el apoyo de agentes sobre el terreno, desempeñaron un papel clave para limitar el potencial destructivo de Irán. Expertos militares enfatizan que la operación del Mossad no solo debilitó la infraestructura militar iraní, sino que también evitó consecuencias más catastróficas para Israel. Esta misión, que combinó el uso de agentes extranjeros, contrabando de armas y ataques coordinados, ya es reconocida como un hito en la historia de las operaciones de inteligencia modernas.

(Aviapro)


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