¿Ha colocado China misiles nucleares junto a la frontera con Rusia?

El periódico chino Global Times informó sobre la aparición en los medios de comunicación de Hong Kong y Taiwán de unas fotografías tomadas en la provincia nororiental de Heilongjiang, en las que aparecen misiles balísticos intercontinentales DF-41. Los medios de comunicación rusos se han llenado de titulares sobre los misiles de China junto a la frontera con Rusia, aludiendo a la posibilidad de una “amenaza china” para Moscú.

Al mismo tiempo, el Global Times expone que se trata de una filtración organizada como respuesta de Pekín a la retórica antichina del nuevo presidente de EE UU, Donald Trump. Según Mijaíl Alexándrov, del Centro de Estudios Políticos y Militares del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, la situación parece realmente una respuesta de Pekín a determinadas declaraciones procedentes de EE UU.

Sin embargo, Víktor Murajovski, experto militar y jefe de redacción de la revista Arsenal de la Patria, comenta a RBTH que esta no es la primera filtración de este tipo. Según Murajovski, hace alrededor de un año aparecieron fotografías de misiles DF-41 durante su traslado a Sinkiang, Región Autónoma de Uigur, en el noroeste del país, también cerca de la frontera con Rusia. Esto sucedió mucho antes de la campaña electoral de Trump.

“Nuestro aliado estratégico”

En abril del año pasado, el medio estadounidense Free Beacon, especializado en cuestiones militares, informaba que tras varias pruebas con éxito China se preparaba para el despliegue de misiles DF-41 junto a las fronteras con Rusia, aunque no indicaba en qué regiones podría tener lugar dicho despliegue. Cabe señalar que China llevó a cabo aquellas pruebas lanzando los misiles en el mar de la China Meridional. La iniciativa parecía una medida provocativa en el contexto de las diferencias entre Pekín y Washington sobre unas islas de la región.

Todos los expertos entrevistados por RBTH aseguran que el despliegue de los misiles chinos no está dirigido contra Moscú (estos dos países no dirigen su armamento nuclear el uno contra el otro, subraya Murajovski) ni representa una amenaza para Rusia, en primer lugar debido a los estrechos vínculos políticos existentes entre los dos países. Las relaciones bilaterales mejoraron especialmente hace varios años, cuando Rusia inició su llamado “giro hacia el Este” en el marco del importante agravamiento de sus relaciones con Occidente.

Los comentarios del Kremlin respecto al posible despliegue de los misiles chinos coinciden con las valoraciones de los expertos. “China es nuestro aliado, un aliado estratégico […]. Sin lugar a dudas, nosotros no consideramos como una amenaza para nuestro país ninguna acción concebida en el plan de desarrollo de las fuerzas armadas de China, ni ningún trabajo de construcción militar en China, si esta información es cierta”, declaraba Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente ruso.

Además, independientemente del clima político en las relaciones entre Moscú y Pekín, es difícil imaginar que China pueda tener unas intenciones hipotéticas de iniciar un conflicto militar entre las dos potencias: los arsenales nucleares de ambos países son incomparables. Rusia posee un mayor número de cabezas nucleares (tanto en misiles nucleares tácticos como estratégicos), y el armamento nuclear ruso es más avanzado, señala Alexándrov.

La proximidad respecto a la frontera

Tampoco resulta preocupante el hecho de que los misiles estén desplegados cerca de la frontera (aunque según informa Murajovski, los misiles se encuentran a varios centenares de kilómetros), ya que se trata de misiles intercontinentales. “Los misiles chinos pueden abarcar el territorio de Rusia desde cualquier punto de China. Por esta razón, para nosotros es indiferente dónde estén ubicados”, asegura Alexándrov.

Al mismo tiempo, el despliegue de los misiles en las cercanías de la frontera entre China y Rusia, por el contrario, es una prueba de que no están dirigidos contra Rusia, según indica en una entrevista para un corresponsal de RBTH Piotr Topychkanov, miembro del programa “Problemas de la no proliferación” del Centro Carnegie de Moscú. Al encontrarse cerca de las fronteras con Rusia, los sistemas de misiles son más vulnerables a un ataque con armamento ruso nuclear y no nuclear.

Lo que puede preocupar a Rusia en esta situación es otra cosa. En caso de un conflicto armado entre EE UU y China, Washington podría intentar destruir la zona del despliegue del armamento nuclear del enemigo. Su proximidad con la frontera rusa en este sentido podría preocupar a Rusia, ya que las consecuencias de este ataque afectarían al medio ambiente en la parte rusa de la frontera, por no hablar de sus reticencias a que se produzca un conflicto militar en las inmediaciones del territorio ruso.

El ministerio de Asuntos Exteriores chino negó la información y declaró que los informes que hablan sobre la colocación de misiles son una “especulación que circula por internet”. Al mismo tiempo celebró las declaraciones que realizó el secretario del prensa del presidente ruso, Dmitri Peskov. Por su parte, el ministro Serguéi Lavrov calificó las relaciones ruso chinas como «confidenciales», «amistosas» y «eficientes».

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