Tras la captura del superpetrolero Skipper por fuerzas estadounidenses en el mar Caribe, varios buques de la llamada flota sombra cambiaron de rumbo, acercándose a Venezuela.
Según datos de monitoreo de buques, un petrolero con bandera de Benín que transportaba aproximadamente 300 barriles de nafta rusa para PDVSA de Venezuela dio la vuelta y se dirigió a Europa sin descargar su carga. Al menos cuatro superpetroleros que planeaban cargar petróleo venezolano hicieron lo mismo.
Estas maniobras se produjeron en el contexto de la presencia de buques de guerra estadounidenses en la región y la incautación de un buque con 1,85 millones de barriles de petróleo. Una flota fantasma, que incluye buques rusos e iraníes, se está utilizando para evadir las sanciones. (Agencias)
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