Títeres de un titiritero

Educación y Desarrollo

Renzo Delgado

Como mago oficial de un circo y sabiéndose descubierto de todas sus artimañas, no se rinde y ha preparado otro acto, conocedor que los dominicanos no tenemos memoria, sufrimos podría decirse del Síndrome de Ebbinghaus, Hermann Ebbinghaus 1850- 1909, eminente psicólogo quien postuló la teoría que lleva su apellido.

Esta expresa que no retenemos lo aprendido y que conforme pasa el tiempo lo estudiado no se retiene en nuestra memoria, y ha sido así, durante dos años y medio nos hemos acostumbrado a las decisiones, exhabruptos, la cualquierización de quien lo cuestiona, salidas hasta burlesca ( recuerden aquel día cuando se le cuestionó acerca de la dieta basada en pan, el dijo pero yo como pan todos los días), desplante que se traduce a un poder del estado cuando le fue a visitar.

Hoy su acto de magia: evaluar a los profesores en el mes de abril, y toda la prensa se olvida, se olvida de cosas como está:

  • Alumnos que reciben docencia en una iglesia.
  • Falta de maestros.
  • Carencia de personal de apoyo.
  • Contratos directos a personal docente.
  • No consideración de profesores elegidos en los concursos.
  • Estudiantes fuera por falta de aula.
  • Intoxicaciones.
  • Contratos a personas que ocupan posiciones en la administración pública.
  • Prepotencia personal.
  • Ausencia de dialogo con otros sectores.
  • Y mucho más: textos entregados a las universidades, errores conceptuales en los mismos, minimización de estos cuando es cuestionado.

Como todo taumaturgo en un acto de prestidigitación ha sabido encontrar un terreno fértil en los mass media del país, saca de su sombrero el títere conecta sus hilos y empieza su demostración.

Se ha librado una vez más y es que la gleba que somos todos,” somos llevados por viento de doctrina, así lo decía el apóstol Pablo.

Para evaluar a los profesores se tiene un arsenal de antecedentes, libros, investigaciones y experiencia acumuladas.

Sin embargo para evaluar a un gerente administrativo que se necesita, cuáles aspectos deben tomarse en cuenta, a no ser que el que lo nombró quiere hacerse de la vista gorda o le quiere hacer una maldad a los que ahora se forman o que el objetivo sea que la educación este mal y peor cada día y así beneficiarse perpetuándose en el poder, repartiendo bonos de toda clase.

Debe hacerse la justa evaluación de poner en una balanza cuanto ha favorecido al sistema educativo el nombramiento de Angel Hernández en el Ministerio de Educación y la eternización en el puesto de este nigromante, cazador de fantasma y titiritero consumado.

Mientras tanto el sigue tan campante como Juancito el caminador, no importando sus salidas y entradas con alta dosis de ineficiencia. Ya el pueblo lo ha considerado el ministro peor valorado en este gobierno. Aún asi sigue jugando tal titiritero con nosotros sus títeres.


Descubre más desde Notiultimas

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta