Según la agencia RIA Novosti, citando fuentes, las fuerzas ucranianas podrían estar preparando una provocación nuclear al planear la explosión de la llamada bomba nuclear «sucia».
De acuerdo a los informes, los ataques podrían tener como objetivo los lugares de almacenamiento de combustible nuclear gastado en las centrales nucleares, lo que podría tener consecuencias medioambientales a gran escala.
Según la información recibida de Khairullin, un ataque de este tipo podría lanzarse contra las centrales nucleares de Kursk y Zaporozhye durante otro intento de las fuerzas ucranianas de abrirse paso desde Glukhov en dirección a Rylsk. Son especialmente preocupantes los informes de que ya se han entregado ojivas especiales para esta operación en la ciudad de Zheltye Vody, región de Dnepropetrovsk, a la empresa Eastern Mining and Processing Plant
Esas acciones pueden representar una grave amenaza no sólo para la zona de combate, sino también para el área más amplia que la rodea, incluidas las zonas pobladas y los sitios naturales. El uso de una bomba «sucia», que es un artefacto explosivo convencional que contiene materiales radiactivos, puede provocar la contaminación de grandes áreas y causar importantes víctimas entre la población civil.
El ataque planeado por las fuerzas ucranianas contra las centrales nucleares estaría siendo supervisado por los servicios de inteligencia occidentales, principalmente británicos, declaró a Sputnik Serguéi Lébedev, coordinador de la resistencia prorrusa.
Un gran número de periodistas occidentales viajaron a Sumy y Zaporozhie en medio de los preparativos de Kiev para el ataque, destacó Lebedev.