Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La masacre de harina
de palestinos hambrientos y sedientos estaba escrita en el muro de Gaza: 115 muertos y más de 700 heridos.
Moon of Alabama vaticinó días antes que Israel bombardearía
a los palestinos en Gaza: “las fuerzas de ocupación sionistas envían alimentos al norte de la franja de Gaza para asesinar a los palestinos que intenten colectarlos (https://bit.ly/3TnH3JK)”. ¡Los alimentos militarizados como anzuelo!
La trampa de ayuda (sic)
humanitaria fue organizada
por el ejército israelí en la que no participó la ONU, que se encontraba angustiada por la suerte de 576 mil palestinos (cuarta parte de su población) al borde de la hambruna.
Tres días después de su vaticinio, a sabiendas de la consustancial malignidad del gobierno de Netanyahu, Moon of Alabama relata que antes de la masacre de harina
, el ejército israelí había estado disparando indiscriminadamente por semanas a los hambrientos que esperaban la ayuda (sic) en el mismo sitio exacto
donde ocurrió la tragedia: “una hambruna deliberada (…) en el campo de concentración sionista para los palestinos en Gaza convertido en un campo de exterminio (https://bit.ly/3v4s8KRx)”.
Moon of Alabama pregunta: ¿Alguien en la Casa Blanca entiende qué tan destructiva es su posición favorable a Israel para la reputación global (sic) y postura de Estados Unidos?
Y remata en forma implacable: El poderoso Estados Unidos demuestra que es un gigante desventurado e indefenso incapaz de controlar a su cliente
, Israel.
En lugar de autorizar en forma farisea su tardía ayuda alimentaria por mar y aire, después de casi cinco meses, ¿no sería mejor que Biden cese su envío masivo de armas y municiones con las que Israel prosigue su infanticidio/ feminicidio de palestinos en Gaza?
Estados Unidos participa indirectamente (sic) en la masacre de harina
al bloquear concomitantemente una declaración en el Consejo de Seguridad de la ONU (https://bit.ly/3P6bhhw) para condenar la barbárica conducta de Israel que lleva más de 30 mil civiles palestinos aniquilados.
John Mearsheimer, profesor de la Universidad de Chicago y uno de los máximos geoestrategas del planeta, expone el “apoyo de Estados Unidos a los horrores en Gaza (https://bit.ly/3v1vYnZ)” que atribuye al omnipotente “Lobby de Israel (https://amzn.to/476u7M8que)”–que controla además del Congreso, al eje Wall Street/ multimedia/ Hollywood/Netflix y la mayoría de las trasnacionales tecnológicas de Silicon Valley.
Antes de la masacre de harina
en Gaza, el suizo Jean Ziegler había expuesto hace 13 años el gueto de Gaza
en su libro Destrucción masiva: geopolítica del hambre.
En lugar de autorizar en forma farisea su tardía ayuda alimentaria por mar y aire, después de casi cinco meses, ¿no sería mejor que Biden cese su envío masivo de armas y municiones con las que Israel prosigue su infanticidio/ feminicidio de palestinos en Gaza?
La condena a Israel por la masacre de harina
ha sido prácticamente unánime a escala universal, desde la Unión Africana (https://bit.ly/3T20OVv), que representa a mil 400 millones, pasando por el canciller Jaishankar de India (el país más poblado del mundo; https://bit.ly/42WVSGh) hasta China (mil 300 millones de habitantes) que exhorta un humanitario cese al fuego y, en forma sorprendente, hasta la indignación de Francia y Alemania (https://on.ft.com/4bW4l0m) ¡Es lamentable que algunos mandatarios de Latinoamérica guarden todavía obsceno silencio!
El analista israelí Amos Harel, del rotativo anti-Netanyahu Haaretz, comenta que las muertes masivas en Gaza pueden cambiar el curso de la guerra de Israel contra Hamas
cuando el desastre tendrá ramificaciones de largo alcance en los esfuerzos para negociar un cese al fuego y puede provocar enojo en otros frentes
: “de Washington a Riad, nadie sabe a dónde se encamina Netanyahu (https://bit.ly/3P4o0Bm)”.
Una hipótesis versa sobre la deliberada carnicería del primer Netanyahu con el fin de descarrilar el cese al fuego en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes promovidos por Biden.
Por cierto, Biden confundió
dos veces a Gaza con Ucrania, curiosamente, dos guerras que libra la dupla jázara (https://bit.ly/4bQeMT7): el comediante Zelensky, prácticamente derrotado, y el premier Netanyahu, quien anhela que Estados Unidos borre del mapa a Irán) para que Israel se consolide como la suprema potencia hegemónica en Medio Oriente (https://bit.ly/4c1W2A3).
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