EDUCACIÓN Y DESARROLLO
Renzo Delgado
Diciembre es el mes en el que generalmente se cierran algunos ciclos que nos hemos propuesto, exhibir cambios en nuestra mentalidad, nuestro desarrollo intelectual o académico. Naturalmente, después de todo un año en el que nos planteamos objetivos nos podríamos sentir satisfechos o fracasados, dependiendo si hemos alcanzado o no dichos proyectos.
Este diciembre se esperaba con grandes expectativas en cuanto a las pruebas PISA, Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos. Los que se frotaban las manos, en cuanto a que el estudiante dominicano no avanzaría en las competencias que se evalúan, se sentirían chasqueados por los resultados. Para aquellos que presentaban optimismo en sus perspectivas de dichos resultados no pueden sentirse tampoco mal. Un avance se ha hecho manifiesto. Sin embargo, ¿nos sentaremos a esperar que esos jóvenes y los que vienen se recuperen en dichas pruebas?
Mientras tanto, los empresarios, a través del CONEP, expresan la falta de recursos humanos en las industrias y empresas que dirigen. Han planteado que en los próximos 5 años estarían presentando 500,000 empleos, 125,000 cada año.
La función expresa de la educación en este sistema globalizado es preparar a los discentes para la vida y una preparación para la vida es dotarle de capacidades productivas, críticas, reflexivas, innovadoras y creativas. Aun éstos, hayan mejorado, no debemos perder tiempo y dinero. Los reportes dicen que son US$ 20 ,000,000,000 (veinte mil millones de dólares), desde que se ha implementado el 4% en la educación.
Entre 800,000 y 1, 200, 000 jóvenes que ni estudian ni trabajan ( NiNis) han de ser empujados de manera indirecta a las fauces del camino sin objetivo en la vida, de la informalidad, del gansterismo y otras debilidades del mundo moderno. Otros tantos, los que siguen la formalidad educativa o los que desertan en el camino, salen del sistema educativo, muchos de los que han estado siendo evaluados, sin las debidas competencias ni con la capacidad o habilidad de iniciar un negocio formal.
Aprovechar en el primer caso los Centros Operativos que ha diseminado INFOTEP en toda la geografía nacional impartiendo cursos de habilitación en las ramas más demandadas del sector o de la región donde estos estén instalados. Desde estos centros se pueden buscar los jóvenes que pululan en el sector y ofertarles no sólo capacidades en un área específica del saber, sino también programas de préstamos para los que se decidieran crear microempresas u orientar sus inclinaciones hacia el emprendurismo.
Si un porcentaje de esos jóvenes se le lleva a la formalidad estaríamos librando a la sociedad del triste espectáculo que ahora mismo vemos, jóvenes desquiciados sin norte, atrapados en la droga que pernoctan en las calles de las comunidades, sean estas grandes o pequeñas.
De otra manera, los que han tenido la oportunidad de cursar los cursos de la educación preuniversitaria y que cursan el 5to o el 6to de la educación media hay que prepararlos de manera urgente en tecnología, electricidad, electrónica, refrigeración, tapicería mecánica, turismo, en las mismas aulas que permanecen en las tardes donde continúan en el programa de tanda extendida. Estas habilitaciones pueden iniciar desde enero del 2024 y continuar hasta septiembre, a fin de que el objetivo se cumpla.
El órgano rector es y debe ser el primero, pero sus colaboradores institucionales bien podrían ser ITESA, ITI, LOYOLA, ITLA.
Saludamos la educación técnica que ofrece el Minerd a través de los politécnicos que han asumido en sus programas educativos dichos curriculum, sin embargo, por la estructura actual es imposible que este ministerio tenga la logística para hacerlo.
Se puede hablar de que los recursos para el programa son cuantiosos, se puede escuchar a los técnicos decir que no hay dinero para ese esfuerzo. Quitémosle algo a los ministerios disfuncionales que hoy el Estado dominicano exhibe. Aprovechemos ahora, mañana no tendremos tiempo. Iniciemos hoy y permitamos una revolución en los jóvenes, “antes que vengan los días malos y en los cuales digamos que no tenemos en ellos contentamiento.”
El sistema dominicano no aguanta más fracasos. Iniciemos año 2024 con la perspectiva mejorada sobre los problemas de recursos humanos, la informalidad, la situación educativa, la sanidad mental y física de la juventud, la delincuencia que emerge con ímpetu, llevándose al traste la seguridad por la que tanto se clama.
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