La experiencia como estrategia de enseñanza

Educación y Desarrollo

Renzo Delgado

La memorización en educación no suple la totalidad del aprendizaje y muchas veces lo limita. Es necesario que el aprendizaje la use, como concepto o dato, pero que también se utilice la experiencia para fijar el concepto. La observación como recurso de adquisición de conocimiento resulta idóneo para fijar conceptos. Un docente sabe que la experiencia es importante para el PEA (Proceso de Enseñanza y Aprendizaje), por lo tanto debe crear en sus clases espacio para que sus discentes muestren que han conseguido aprender.

Algunos creen que ese aprendizaje, el concreto, sólo debe usarse hasta la saciedad, en la etapa concreta, cuando el pupilo es niño, que se convierte en una esponja y va conociendo por ensayo y error, experimentando -me sitúo en el niño de un año y medio-, que mediante figuras geométricas los va introduciendo en orificios de igual forma. Más adelante, el que aprende va marchando hacia la abstracción, no sin antes pasar por lo semiconcreto. Pero cada etapa del proceso debe ser asperjada, salpicada, por la experiencia.

Johan Heinrich Pestalozzi, educador suizo, creía que el niño debía se involucrado activamente en el proceso educativo a través de la experiencia.

Además de que el centro en el proceso es el niño, el educador planteaba que

el acercamiento al conocimiento es gradual y secuenciado, aparte de su postura de aprendizaje, mediante el juego, lo que hoy se llama gamificación.

El learning by doing se basa en la experimentación. Se trata de ¨desarrollar habilidades en un contexto real, para aprender a resolver los verdaderos problemas que la persona se encontrará en el mundo laboral“. ¨El aprendizaje sucede cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”, según Roger Schank; esta metodología es útil para que se despierte la motivación en el alumnado y lograr como consecuencia el involucramiento y la consecuente estamina para seguir aprendiendo.

En el proceso de aprendizaje de esta metodología existen 4 etapas:

  1. La experiencia concreta sirve como base para la observación.
  2. Reflexión sobre la observación y construcción de una teoría sobre lo observado.
  3. Formación de conceptos abstractos, basados en las hipótesis.
  4. Comprobación de los conceptos en nuevas situaciones.

Todas las disciplinas pudiesen ser permeadas por esta disciplina que va más allá de todo encierro limitante. Recientemente un centro de educación superior ha logrado ser acreditado por la ABET -Accreditation Board for Engineering and Tecnology- convirtiéndose así en la primera y única academia de República Dominicana en recibir esta condecoración. Esta organización valida la experiencia de los programas educativos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

El logro alcanzado por el ITLA es tomado en cuenta por sus programas educativos, el cuerpo docente, las instalaciones y el apoyo institucional para que los planes se cumplan, pero sobre todo el compromiso con la calidad que exhibe dicha institución y cada uno de sus miembros.

Me pregunto ¿quién concibió la idea de este instituto? Y me respondo: dominicanos, ¿quién ha proyectado esta institución como un referente en la industria, la tecnología y los negocios? Responda conmigo: dominicanos, ¿quién la mantiene, la ordena, la perfila, la promociona?; dominicanos, los Pérez, los Ulloa, los Méndez, los Encarnación, los Vargas toman el protagonismo, entre otros nombres.

Para los que han creído que sólo apellido sajones, noruegos o personas extranjeras son los únicos que tienen el know to how (el cómo hacer) en instituciones educativas. Nosotros, dominicanos, sabemos cómo hacerlo, cuándo entendemos que los equipos, los esquemas filosóficos educativos son sustentados sobre la base de nuestras necesidades.

Los que hay, como no satisfacen el imperativo social y estructural que hoy en día permea la ciencia, deben ser cambiados, mejorados para conseguir calidad.

Cuando una parte de los actores falla toda la culpa recae en ese actor educativo. No negamos que el docente dominicano tiene deficiencia, pero tanto daño le hace a la ineficiencia de los aprendizajes como abrir escuelas sin las condiciones de higiene, seguridad y de ergonomía necesaria en de sus instalaciones. Que un maestro de matemática no sabe un tema o lo explica divorciado de la experiencia, le hace un daño terrible.

Cuando un ministro, después de gastar 1,200 millones de pesos para hacer los materiales didácticos, al cuestionársele al respecto dice que es “peccata minuta”.

La escuela dominicana debe verse en el espejo de esa institución, el ITLA, y de otras como Loyola, lTI, ITESA y de todos los liceos que forman técnicos que salen de esas instituciones con las competencias necesarias y suficientes de insertarse en el aparato productivo nacional en cualquiera de sus formas.

La estrategia learning by doing es una buena estrategia didáctica; apliquémosla con la intención de ver a nuestros jóvenes libres de la malicia de las drogas y del caminar sin sentido detrás del “modelos importados que no son la solución”, como decía el compositor Rubén Blades.


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