EDUCACIÓN Y DESARROLLO

Renzo Delgado

Con propiedad el articulista expresaba que el desarrollo de esta nación se debía principalmente al turismo. No se equivocaba, las cifras de lo que ha aportado en los últimos años el renglón mencionado es extraordinario. Con propiedad, la investigadora Solano expresa que:

“Desde la década de los noventa, el turismo ha sido la principal actividad económica generadora de divisas de la República Dominicana”, -Turismo a toda costa en la RD, Gilda Solano C., 2020-.

Por otra parte, la República Dominicana alcanzó de 8.000 millones de dólares de ingresos (unos 7.464 millones de euros), lo que convierte al 2022 en un año récord para la industria turística.

El aporte a las exportaciones en ingresos del renglón turístico nunca ha sido menos del 30 %, según las cifras del Banco Central de la República Dominicana, 2020.

No faltaba ningún dato para que el articulista dijera, que el turismo es la vuelta, expresión que ha hecho suya la sociedad dominicana cuando quiere señalar que la solución de un problema es ése, el que menciona la consigna. Los jóvenes la han hecho suya, ¨México es la vuelta¨.

Los jóvenes Ninis (que ni estudian ni trabajan) que no encuentran espacio, según ellos, en la sociedad que les ha visto nacer; están buscando entre 5,000 y 15,000 dólares para llegar a la sociedad más avanzada del planeta; creen con firmeza que la solución a tanta precariedad económica, tanta ignorancia

de los gobiernos, tanta inseguridad, tanta corrupción, tantos fracasos en materia educativa, sólo se puede combatir con la consigna ¨México es la vuelta¨.

Ni una cosa ni la otra; la vuelta es la educación, que alimenta todos los renglones que se desarrollan en el aparato productivo y comercial del país: el turismo, el emprendurismo, la tecnología industrial y de servicios.

Pero no hablamos de la educación formal que se estila y en la cual los gobiernos pasados y presentes invierten desde 2013 un 4% del Producto Interno Bruto –PIB-, y ningún adelanto se observa de lo aprendido. Los jóvenes que egresan de la educación media no poseen habilidades, no son capaces

de abstraerse conceptualmente. La reflexividad y la falta de evaluación crítica ante cualquier problema son propias del esfuerzo de Sísifo: suben una montaña inclinada e insalvable.

Es la educación técnica los egresados en los diferentes institutos técnicos del país, diseminados en toda la geografía nacional, prueban sus habilidades, conocimientos y destrezas.

La vuelta es INFOTEP, ITLA, LOYOLA, ITESA, ITI, ICSL entre otros institutos donde se imparten cursos dinámicos, fundamentados en los que se descubren habilidades y potencialidades que pueden de una vez y por siempre despegar nuestra nación, desarrollando y aportando no sólo al turismo sino también a la minería, la ingeniería de software, la energía sostenible, al medio ambiente, a la seguridad industrial, logística, etc.

La Oficina de Desarrollo Económico expresa que:

¨Para favorecer la formalización laboral, es fundamental contar con más información acerca de las habilidades disponibles en la fuerza laboral y aquellas que son demandadas por parte de los empleadores. Conectar de manera más efectiva la oferta y demanda de habilidades requiere invertir en mejores recursos y métodos para analizar y evaluar qué competencias están disponibles y cuáles son aquellas que escasean, de manera que se puedan adaptar las políticas de educación y formación técnica y profesional. Facilitar la transición del sistema educativo al mundo laboral es fundamental para apoyar la formalización, tanto porque contribuye a reducir la carga de las empresas para la contratación formal, como porque ayuda a los jóvenes a iniciar sus carreras profesionales dentro de la formalidad¨ -OCDE-.

La vuelta es la educación técnica. Hacia ese renglón debe ser que los gobiernos que siguen deben dirigir sus esfuerzos. Con muy poca inversión, comparado con el 4%del PIB, se equipan escuelas. El director del ITLA ha mencionado que con seis escuelas la inversión ha sido 80 millones de pesos.

No votemos más dinero permitiendo que cada cuatro años los gobiernos de turno hagan del Ministerio de Educación, en la persona del Ministro y los grupos que los sostienen, una fuente para su acumulación originaria.