En Mata Mamón, Santo Domingo Norte, las adolescentes ven en las uniones tempranas una solución a sus precariedades económicas
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que, en Latinoamérica y el Caribe, 58 millones de niñas se casaron o se unieron a una pareja antes de cumplir los 18 años.
En el caso de República Dominicana, en el período comprendido entre los años 2014-2019, las uniones tempranas de menores de 18 años se redujeron de 37 % a 32 %. La encuesta Enhogar documenta en su edición 2021, que, de 6,830 personas entre 15 y 19 años consultadas, el 7.5 % vivía en unión libre, es decir, 512 adolescentes.
De acuerdo con los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de fecundidad adolescente en el país es de 97 nacimientos por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 19 años, la más alta de la región. Los datos disponibles indican que el 22 % de las mujeres entre 12 y 19 años ha estado embarazada, lo que es un 34 % más alto que el promedio de América Latina y el Caribe.
Los habitantes del batey Mata Mamón, en Santo Domingo Norte, han visto por generaciones cómo sus niñas dejan la escuela para convertirse en amas de casa y madres adolescentes.
El poblado compuesto por unas 600 casas, donde habitan cerca de 2,700 comunitarios, vivió su esplendor durante el apogeo de la industria azucarera cubierto de grandes sembradíos de caña. Hoy, una escuela que funciona a medio construir, un play sin luces ni dogout y una Unidad de Atención Primaria sin médico las 24 horas son los activos de la zona.
Partiendo de esta realidad, el Centro para la Educación y el Desarrollo (Ceduca), con el apoyo de la ONG Girls First Fund, crearon el proyecto «Fomentando el Liderazgo de las Niñas para la Prevención del Matrimonio Infantil y Uniones Tempranas«, cuya meta es promover el liderazgo de las niñas y adolescentes, potenciando su participación activa en el entorno familiar, escolar y comunitario, trabajando en la prevención de embarazos adolescentes y matrimonio infantil.
Alba Reyes, directora de Ceduca, explicó que este programa piloto, se ejecuta también en la comunidad Los Jovillos, en Yamasá, impactando a un total de 56 niñas entre 12 y 17 años e igual número de familias, capacitadas en salud sexual y reproductiva, autoestima, proyectos de vida, embarazos en adolescentes, identidad y racismo.
«Es un programa de educación y sensibilización a las niñas y a las familias sobre la importancia de los derechos a la protección de la niñez en materia de matrimonio infantil, uniones tempranas y embarazo adolescente. La idea es desarrollar una estrategia que nos permita impactar de manera positiva en la vida de la niña y su familia y que esto sirva como una herramienta para prevenir matrimonio infantil y embarazo en adolescentes», explicó Reyes.
Las adolescentes son captadas a través de visitas casa a casa y se les da seguimiento por dos o tres años. Al integrarse al programa, reciben talleres continuos, así como clases de danza y teatro.
«Quedan empoderadas y pueden multiplicar con otras niñas los conocimientos que tienen, sensibilizar a otras niñas para que también tengas herramientas para su autoprotección y que sean modelos para sus comunidades», agregó la ejecutiva de Ceduca.
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