EDUCACIÓN Y DESARROLLO: ¨Nada humano me es ajeno¨

Renzo Delgado

Llegamos a este estadio del desarrollo en el cual los valores mediáticos y monetarios son más importantes que el ser humano. Acontece que desde la globalización se legisla ya no sólo lo económico-financiero, sino lo mediático- social y el desapego humano. El espectáculo, el brillo de las lentejuelas, están presentes y se han constituido en el paradigma. La frase ¨Tú eres un sonidista¨, es el auxilio del momento para denostar a aquél que ha encontrado en los medios tierra fértil para esconder sus falencias.

Mi sobrina Ori, me lo dijo ayer de una manera tierna: ¨Tío, no somos nada¨. La miré como espantado (mejor hubiese quedado ¨espantao¨). Ha conseguido una madurez en casi un año de matrimonio que le confiere, para mí, el mote de iluminada, con el perdón de los seguidores de Gautama.

Estamos en presencia de la época más trascendental para ella y para mí. Es lógico decir, en esta parte, que una aseveración como ésta no es tan sabia como pretendo. Las épocas son lo mismo, pero ahora se exhiben las debilidades como trofeo, se anuncian los pecados como premios y ahí está la madre tratando de ocultar a sus hijos que se prostituye para la manutención, y el ex esposo salió corriendo de la casa para no mantener a cuatro muchachos que son de él, pero que no quiere detenerse; la calle le llama y de qué forma.

Nuestros jóvenes, hembras y varones, van a la locura, inician con una música y terminan en la calle, durmiendo en la calle. Es asombrosa la cantidad que hay de ellos; los niveles de personas con problemas mentales son elevados, después de la pandemia se ha potenciado.

Las mentiras desde las esferas de poder tratando de contener las masas enardecidas que quieren disfrutar en los ¨teteos¨, mientras los buenos dominicanos vegetan sin saber qué hacer; su futuro está empeñado; la salud, el trabajo y la vivienda son un lujo. No hay auto reflexión, cuestionamiento para sí mismo. Los momentos sólo se viven y se soportan con una botella de cerveza, de ron y en juerga.

¿Qué Hacer? ¿Hacia dónde ir?, ¿Cómo asimilar estos desatinos que van in crescendo?

Refugiarnos en las artes, sobre todo en la literatura, tocar un instrumento, acrecentar los lazos de amistades que sean afines a nuestros gustos, estudiar filosofía, hacer ejercicios, ver una película, dedicarnos a una actividad espiritual, refugiarnos en la familia, ahí está el detalle, para poder aguantar, asimilar el instante ominoso, aciago y desproporcionado.

Es el momento oportuno, 2023, de cambiar el enfoque. No ser reactivo, sino proactivo, nos ayudará para soportar el aluvión de cosas, situaciones y problemas que nos agobian como sociedad.

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