Aunque desde el principio dijeron que no querían hablar, por recomendación de sus abogados, los imputados Héctor Luis Sánchez y Joel Flores atribuyeron la muerte del raso a José Tavárez, otro de los acusados, a quien pidieron que se entregue, porque está prófugo.
La medida de coerción fue aplazada ayer para el lunes, a las 9 de la mañana, por el juez de Atención Permanente, Bernardo Coplin.
Ambos imputados estaban unidos de las manos con un grillete, y sentados en el piso, en el área reservada a los presos en la fiscalía de la provincia Santo Domingo, ubicada en la parte trasera del edificio, y próximo al tribunal de Atención Permanente, que todavía funciona en un furgón. No querían tampoco que se les hiciera foto, y cuando veían la cámara trataban de esconder el rostro.
Sin admitir haber participado en el hecho, Héctor Luis Sánchez indicó que desconocía que el occiso era un policía. Mientras, Flores dijo que tanto a él como a Sánchez les han dado muchos golpes, aunque no especificaron quién.
“El (Sánchez) tiene un partío en la cabeza”, indicó, refiriéndose a Sánchez.
Joel se desvinculó completamente del asesinato y expresó que lo confundieron con el implicado que está prófugo, a quien no obstante, dijeron ambos conocer porque son del mismo barrio en Los Guaricanos. Dijeron que no habían estado presos anteriormente.
Flores está representado por el abogado Niki Minaya y Sánchez por la abogada Santa Brea. Minaya dijo que el conocimiento de la medida de coerción se aplazó porque el ministerio público no le había notificado la acusación.
Mientras, Brea puntualizó que aunque el hecho es lamentable, encierra muchas cosas que aún no han sido reveladas, las cuales indicó serán divulgadas más adelante.
Manifestó que están reuniendo pruebas, porque sostiene que en caso de que hayan participado en el hecho, no actuaron por cuenta indicio propio.