Trump se reconcilia con los donantes multimillonarios, tras una amarga ruptura

(AFP) En un sistema electoral en el que el dinero es el rey, el expresidente Donald Trump ha estado cortejando como parte de su campaña para recuperar la Casa Blanca a los multimillonarios de Estados Unidos, que tienen sus transferencias preparadas.

La capacidad del candidato presidencial republicano, de 77 años, para recaudar dinero de los estadounidenses de a pie es indiscutible, e incluso una histórica condena penal en Nueva York no ha mermado en lo más mínimo esa operación rumbo a los comicios de noviembre.

El equipo de campaña de Trump dice que recolectó más de 53 millones de dólares en las 24 horas posteriores al veredicto de la semana pasada, en que el que se le declaró culpable de 34 delitos de falsificación de registros comerciales para ocultar un pago por el silencio de una exactriz porno y evitar así un escándalo en las elecciones de 2016.

Pero para los grandes donantes, el poderoso aura de Trump se había desvanecido tras el caos que rodeó su derrota electoral en 2020 frente al actual mandatario demócrata Joe Biden.

El 7 de enero de 2021, al día siguiente de que partidarios de Trump asaltaron el Capitolio estadounidense para tratar de evitar, sin éxito, la certificación de su derrota, el empresario e inversor multimillonario Nelson Peltz dijo que se arrepentía de haber respaldado al magnate.

«Lo que ocurrió es una desgracia. Como estadounidense, estoy avergonzado», dijo entonces el director ejecutivo de Trian Partners a la cadena CNBC.

Pero en marzo pasado, Peltz recibió a Trump en su casa de Florida para desayunar con otros pesos pesados empresariales, entre ellos el jefe de Tesla, SpaceX y X, Elon Musk, informó The Washington Post.

En una entrevista con The Financial Times, Peltz dijo que «probablemente» volvería a votar a Trump en noviembre, aunque admitió: «No estoy contento con eso».

¿Por qué? Peltz, de 81 años, citó una explosión en el número de migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos y también lo que describió como una capacidad mental «realmente aterradora» de Biden, que tiene su misma edad.

También Stephen Schwarzman, el multimillonario presidente y cofundador del Grupo Blackstone, una de las firmas de inversión más importantes del mundo, criticó los sucesos del 6 de enero, condenando el «intento de la mafia de socavar» la Constitución.

Pero el 24 de mayo respaldó públicamente a Trump, al mencionar igualmente la crisis en la frontera entre Estados Unidos y México como una preocupación clave.

Impuestos

Con el mercado bursátil en máximos históricos y la economía creciendo a pesar de la persistente inflación, ¿por qué los grandes empresarios apoyarían a un «delincuente convicto» percibido como una fuente de inestabilidad?

El economista y premio Nobel Paul Krugman cree que estos multimillonarios eligen a los políticos en función de sus intereses personales, no del bienestar de la nación.

«Es casi seguro que los ricos pagarán menos impuestos -y las empresas estarán menos reguladas- si gana Trump que si Biden sigue en el cargo», escribió Krugman en abril en The New York Times.

Biden no ha ocultado la idea de que, si es reelegido y los demócratas logran mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso, aplicará un nuevo impuesto a los superricos.

En 2022, intentó establecer un gravamen mínimo sobre la renta para los multimillonarios: el 20% para aquellos cuyos ingresos familiares superen los 100 millones de dólares, apenas el 0,01% de la población. Pero su proyecto de ley fracasó.

Perforar, perforar, perforar

Los esfuerzos del gobierno de Biden para combatir el cambio climático también le han hecho menos popular entre las grandes petroleras.

«La filosofía de Trump del ‘perfora, chico, perfora’ se alinea mucho mejor con el sector petrolero que el enfoque de energía verde de Biden. Es una obviedad», declaró recientemente a The Washington Post Dan Eberhart, director ejecutivo de la empresa de servicios petrolíferos Canary.

El equipo de campaña de Biden ataca con frecuencia los vínculos de su rival republicano con las grandes fortunas.

«Los amigos multimillonarios de Trump están apoyando la campaña de un delincuente de cuello blanco porque conocen el trato: ellos le dan cheques y él recorta sus impuestos mientras los trabajadores y la clase media pagan la cuenta», dijo el portavoz de la campaña, Ammar Moussa.

Aunque Biden tampoco se queda fuera de la lotería de las donaciones multimillonarias.

Vinod Khosla, cofundador de Sun Microsystems e importante capitalista de riesgo, organizó recientemente una recepción de recaudación de fondos para Biden en su casa de California.

Wall Street y las grandes petroleras están principalmente en el bando de Trump, mientras que Silicon Valley tiende a respaldar a Biden.

El 5 de noviembre, los votantes -quizá influidos por anuncios pagados con millones de dólares de los multimillonarios– tendrán la última palabra.

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