Tres motivos para meter tus pies en agua caliente si tienes problemas de circulación

Sumergir los pies en agua caliente es una de las sensaciones más deliciosas después de un largo día. Si, al quitarte los zapatos, notas que tus pies están hinchados, doloridos, con hormigueo o pesadez, podrías comenzar con problemas circulatorios. Alivia esa sensación de entumecimiento: 3 razones para sumergir los pies con agua caliente antes de acostarse. 

Los problemas de circulación afectan a toda la red de vasos sanguíneos del cuerpo, es decir, a las venas, arterias y capilares. Son paredes muy delgadas que permiten el intercambio de sustancias entre los tejidos y la sangre, según describe la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Cuando las piernas no reciben suficiente flujo sanguíneo, el problema va más allá de la aparición de venas varicosas. Los especialistas del instituto médico Mayo Clinic advierten que se podría desarrollar arteriosclerosis, coágulos sanguíneos, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y, en casos más graves, un aneurisma.

Lo más importante es apegarse a tu tratamiento médico, realizar cambios en el estilo de vida, mantener la presión arterial estable, controlar la glucosa en caso de diabetes, evitar estar sentada o parada durante largos periodos de tiempo, así como usar medias de compresión. Además de estas recomendaciones, también puedes sumergir tus pies en agua caliente antes de acostarte. 

¡Te aseguro que no te arrepentirás!

Sumergir los pies en agua caliente no sólo es una forma de ‘apapacho’ a la zona más olvidada del cuerpo. Los pies soportan todo nuestro peso, están encerrados por el calzado la mayor parte del día y si no los cuidamos, terminan cansados, doloridos y hasta con callos.

Sumergir los pies en agua caliente ayuda a dilatar los vasos sanguíneos para que la sangre pueda circular mejor. De esta manera, alivias momentáneamente la sensación de dolor, pesadez, cansancio y reduces los calambres en las piernas, describe un artículo publicado por el National Library of Medicine.

Sumergir los pies en agua caliente reduce el estrés

Aunque no lo creas, el agua caliente relaja los músculos del cuerpo debido a que dilata los vasos sanguíneos, causando que haya una mayor oxigenación. Por otra parte, te ayuda a desinflamar los pies. Si agregas unas gotas de aceite esencial u hojas de eucalipto, reducirá tus niveles de estrés porque disminuye la actividad de nuestro sistema nervioso simpático, promoviendo la relajación. 

Sumergir los pies en agua caliente alivia el dolor muscular

Sí, todo se debe a que al aumentar la circulación sanguínea, se eliminan las sustancias químicas que causan el dolor y que se acumulan en los tejidos. Como resultado, el dolor muscular desaparece más rápido.

¿Cómo remojar los pies en agua caliente?

Lo ideal es hacerlo antes de acostarte para aprovechar sus relajantes beneficios. Prepara dos recipientes, uno con agua caliente a unos 40 o 50°C para evitar quemaduras y otro con agua fría. Coloca en ambos una cucharada de sal gruesa y 10 gotas de esencia de lavanda o de eucalipto, mezcla perfectamente.

Sumerge tus pies primero en el recipiente con agua caliente, déjalos reposar durante unos 10 a 15 minutos; posteriormente, pásalos al recipiente con agua fría y deja reposar durante 5 minutos. Para finalizar, puedes masajear suavemente los pies con tus manos, utiliza una crema hidratante y listo.

¿Cuánto tiempo se dejan los pies en agua caliente?

Para obtener los beneficios de sumergir los pies en agua caliente, se recomienda dejarlos reposar en el agua caliente durante aproximadamente 10 a 15 minutos, antes de pasarlos al recipiente con agua fría durante 5 minutos.

Este proceso ayuda a mejorar la circulación sanguínea, aliviar el dolor y la pesadez, y reducir el estrés muscular, ofreciendo una experiencia relajante y beneficiosa para los pies.

¿Qué es mejor para los pies agua caliente o agua fría?

Tanto el agua caliente como el agua fría pueden tener beneficios para los pies. Sin embargo, cada una ofrece diferentes ventajas.

Por una parte, el agua caliente en los pies ayuda a relajar los músculos y dilatar los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y aliviando el dolor y la tensión.

Por otro lado, el agua fría en los pies puede reducir la inflamación y proporcionar un efecto refrescante. La combinación de ambas temperaturas permite aprovechar lo mejor de ambos mundos: el calor para la relajación y la circulación, y el frío para reducir la hinchazón, lo que proporciona un alivio completo y equilibrado para los pies.

Ahora que ya sabes para qué es bueno sumergir los pies en agua caliente, no dudes en repitir este procedimiento por los menos tres veces a la semana y goza de sus beneficios; estoy segura que te encantarán. ¡Cuídate mucho!

Salud180


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