Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
El planeta entró a una crítica fase de confrontación que puede ser terminal/nuclear, cuando se libra una tercera guerra mundial “híbrida (https://bit.ly/3IvtfGt)” que va desde las sanciones, pasando por los dos puntos incandescentes en Ucrania e Israel –con sus siete frentes de guerra (ministro de Defensa, Yoav Gallant dixit)
–, hasta la cumbre de la desdolarización del BRICS
del 22 de octubre, no se diga la trascendental elección presidencial del 5 de noviembre en Estados Unidos (EU).
En una ruptura suave
, Anatoly Antonov, embajador de Rusia en EU, fue retirado intempestivamente el 5 de octubre –“¡Drama global!: Rusia retira su embajador en EU y Biden cancela su viaje a Alemania (https://bit.ly/3Y13oNY)”–.
Resulta que el megapugnaz Yoav Gallant pospuso su viaje a EU –de consulta con su homólogo del Pentágono con el fin de coordinarse para la destrucción (https://bit.ly/482bR8A), nada sencilla, de las instalaciones nucleares pacíficas (hasta hoy) de Irán– debido a la legendaria perfidia del premier Netanyahu, quien se refocila de la decapitación del Olimpo chiíta de Hezbollah (https://bit.ly/3BAGQwl).
Sin rubor, Netanyahu amenazó con transformar Líbano, en caso de no rendirse, en la “nueva Gaza (https://bit.ly/3ZZ034K)”.
Ahora los oligopólicos multimedia de la anglósfera e Israel festejan el triunfo
de Israel sobre Hamas y Hezbollah cuando tienen acorralada, supuestamente, a Irán, mientras las redes sociales críticas de Occidente destacan la milagrosa resiliencia, tal el ave fénix (https://bit.ly/4eRERBU), de Hamas y Hezbollah, y exponen la legendaria fortaleza de los misiles hipersónicos de Irán que, al parecer, han parado en seco las bravatas cacofónicas de Israel.
En mi método dialéctico antimaniqueo analizamos también a la supuesta contraparte derrotada
por la inigualable propaganda de guerra de Occidente, presuntamente controlada por el lobby israelí (https://amzn.to/3NiMm9b), hoy más jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) que nunca.
Israel ejerce una censura total que oculta el daño que los misiles hipersónicos de Irán han infligido a varios de sus sitios neurálgicos, lo cual es avalado por imágenes satelitales.
Vale la pena analizar los estrujantes recientes puntos de vista del diplomático británico Alastair Crooke (https://bit.ly/3XVd5xD) y de Scott Ritter, anterior inspector de la ONU en Iraq (https://bit.ly/4dzhnR6), donde no sale para nada bien librada la alucinante invencibilidad
del ejército israelí.
En mi reciente video en Radar Geopolítico –¿Podrá Israel destruir las instalaciones nucleares de Irán?
(https://bit.ly/4eXNUBd)– expuse la opinión del experto James Acton, entrevistado por el excelso Boletín de Científicos Atómicos, quien elucida –al contrario de las bravatas de cantina barata de Netanyahu: más proclive al canibalismo que al genocidio– la alta dificultad de extinguir el proyecto nuclear iraní.
Después de que el flamante presidente iraní Pezeshkian reconoció haber sido engañado por EU y la Unión Europea para formalizar un cese al fuego de Israel con Hamas y Hezbollah –lo cual le costó la vida a Hassan Nasrala por haber pecado de ingenuo, quien ya había aceptado el cese el fuego con Israel, según el ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, el católico-maronita Abdallah Bou Habib (https://bit.ly/4exoBX5)– e inopinadamente pasó a una contraofensiva antiderrotista/antientreguista que, nolens volens, restableció la mutua deterrence (disuasión defensiva) con Israel, gracias a su panoplia de imparables misiles hipersónicos, sistemas de defensa S-400 y dispositivos de guerra electrónica proporcionados por Rusia. Ignoro si pesa más la cancelación del discapacitado Biden a la cumbre de la OTAN en la base militar de EU en Ramstein (Alemania) o la reunión, un día antes, del novato aprendiz geopolítico Pezeshkian con su homólogo Putin en Turkmenistán, al margen de una divertida cumbre, sacada de la manga, para festejar al poeta turkmeno Magtymguly Pyragy (https://bit.ly/3Y1Lhrt).
Todavía la poesía puede salvar al planeta de su Armagedón programado.
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