Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
En la fase de la “posverdad (Conferencia de Seguridad de Múnich 2017; https://bit.ly/4h75Ye4)”, se ha difundido profusamente en los multimedia propagandísticos de la anglósfera (controlados en su gran mayoría por los patrocinadores de Tel Aviv), la suprema candidez, acoplada al engaño permanente, de proponer y promover que Israel acepte las resoluciones claves de la ONU –en particular, 181, 242, 338 y 2334, que abogan por la solución de la desgracia palestina mediante dos estados
hoy incompatibles– cuando ya ni siquiera el gobierno Netanyahu respeta la investidura universal de los soldados de la paz
de Finul (https://bit.ly/3Y7rEOM) adscritos a la ONU en Líbano e integrados por 50 (sic) países que no pueden ocultar más su humillación ni su iracundia (https://bit.ly/3Y8Bqjr): sólo 40 (sic) condenaron. No se puede pedir a Milei que lo haga.
Tal acoplamiento de candidez con engaño, carente de elemental sindéresis, se difunde al unísono de la alta probabilidad de que Israel lance sus clandestinas bombas nucleares contra Irán, según Scott Ritter (https://bit.ly/4f0bLjW) y, peor aún, la ominosa prospectiva de una tercera guerra mundial en tres meses (Trump dixit; https://bit.ly/3NuuJDD).
Sin contar la sentencia del genocidio
de Israel por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU (!) y la condena como criminales de guerra
de Netanyahu y su ministro de Defensa Gallant por la Corte Penal Internacional (independiente de la CIJ), el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, ha sido declarado persona no grata por el zelote canciller Israel (sic) Katz (https://bit.ly/3zXQPuY), mientras Netanyahu exige a Guterres evacuar ya a Finul para continuar su invasión a Líbano (https://reut.rs/3UagG9R).
Hasta The Times of Israel titula que “40 países que integran la Finul condenan los ataques de Israel (https://bit.ly/404rIRV)”.
El jázaro Matthew Brodsky –ex director del Jewish Policy Center y ex asesor de la Casa Blanca (https://bit.ly/4dIGaCd)– alentó a sus correligionarios de Israel al bombardeo de alfombra (carpet bombing)
con napalm (¡megasic!) a los irlandeses católicos de Finul, además de perpetrar masivas violaciones sexuales
a los soldados de España y Noruega (https://bit.ly/3BI4JBX).
Tampoco India aprueba la desregulación conductual del gobierno de Netanyahu (https://bit.ly/3Ykfa7I). Ni la ONU ni los 40 países de Finul desean enterarse del indeleble aserto del irredentista zelote kahanista (https://bit.ly/46V1JxB), el colono (literal) Bezalel Smotrich, nacido en las hoy ocupadas Alturas del Golán de Siria, ministro de Finanzas del Gran Israel
y epígono del rabino apocalíptico, el Rebbe jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Schneerzon (https://bit.ly/48u972B): mentor teológico del general Ariel Sharon, Netanyahu, Zelensky y hasta el argentino Milei.
El Gran Israel
pretende compensar la tambaleante “Gran Jazaria (https://bit.ly/3BUGGjb)” del derrotado comediante Zelensky que colapsó en Ucrania frente a Rusia.
Va el perturbador aserto talmúdico de Smotrich: “Deseo un país judío (sic). Poco a poco. Está escrito (¡megasic!) que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco (https://bit.ly/3A9sbHP)”. La kahanista Talmudocracia (https://bit.ly/3QUYEqX) de Smotrich deglutiría Palestina, Jordania, Siria, Líbano, Iraq, Egipto y Arabia Saudita. ¡Que conste!
La talmudocracia define a los ingenuos goyim (https://bit.ly/4h4g9QI) como bestias
(https://bit.ly/3Y6mBxP).
¿Algún parecido teológico de la talmudocracia con el globalista Foro Económico Mundial de Davos y su modelo de gobernación por el 1% de la élite
straussiana jázara (https://bit.ly/4dOc00z) –el pugnaz Leo Strauss fue seguidor del sionista revisionista Jabotinsky– que ha esclavizado al restante de los más de 8 mil 200 millones del género humano? Finul estorba al irredentismo escatológico del talmúdico Gran Israel
que busca adueñarse del río Litani de Líbano y operar su cambio de régimen
mediante el nuevo orden medio-oriental
maniqueo de Netanyahu.
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