Donald Trump, preparándose para regresar a la Casa Blanca, volvió a expresar su seria intención de comprar Groenlandia a Dinamarca. Según Reuters, la propuesta se ve no sólo como una forma de ampliar la esfera de influencia de Estados Unidos en el hemisferio occidental, sino también como una parte importante del legado político de Trump.
Los aliados de Trump dicen que comprar Groenlandia está en la lista de prioridades de política exterior de su equipo. El énfasis principal está en la importancia estratégica de la isla para Estados Unidos. Groenlandia, parte de Dinamarca, tiene un potencial geopolítico y económico único, que se ha vuelto especialmente importante en los últimos años en medio de una creciente competencia por el Ártico.
Groenlandia es la isla más grande del mundo, rica en petróleo, gas y minerales de tierras raras. Ubicado en una ubicación estratégica, brinda a Estados Unidos acceso a las rutas marítimas del Ártico y es una parte clave del sistema de alerta temprana de misiles balísticos. La isla también alberga la Base de la Fuerza Aérea Thule, la base militar estadounidense más al norte, que desempeña un papel importante en la seguridad nacional.
La propuesta de Trump de adquirir Groenlandia no es nueva. En 1946, la administración del presidente Harry Truman ya intentó comprar la isla a Dinamarca por 100 millones de dólares, pero la oferta fue rechazada. El propio Trump planteó la cuestión en 2019, calificando a Groenlandia de “activo interesante”, lo que provocó tensiones con Dinamarca. Sin embargo, esta vez su equipo, según las fuentes, está considerando métodos no sólo diplomáticos sino también económicos para presionar a Copenhague para lograr su objetivo.
Groenlandia, como territorio autónomo de Dinamarca, tiene su propio gobierno y un grado significativo de autogobierno. Sin embargo, la política exterior de la isla depende totalmente de Copenhague. En respuesta a propuestas similares en el pasado, los representantes de Dinamarca y Groenlandia enfatizaron que la isla no está en venta y consideraron tales iniciativas como una injerencia en sus asuntos internos.
Entre los argumentos clave de Trump está la creciente actividad de Rusia y China en la región del Ártico. Moscú está reforzando su presencia militar construyendo nuevas bases y modernizando su flota, mientras que Beijing está invirtiendo en proyectos mineros y logísticos en el Ártico. En el contexto de estos desafíos, Groenlandia es vista como un activo estratégico que permitirá a Estados Unidos consolidar su dominio en la región.
Descubre más desde Notiultimas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.