Jerusalén, 5 jun (EFE).- Un niño palestino de 3 años, Mohamed Haitham al Tamimi, murió hoy a causa del disparo efectuado por un soldado israelí el pasado viernes en la aldea de Nabi Saleh, cerca de Ramala, en la Cisjordania ocupada.
El niño, cuya muerte hoy fue confirmada por el Ministerio de Sanidad palestino, estaba con sus padres en su automóvil cuando una bala disparada por los soldados israelíes le alcanzó en la cabeza, además de herir a su padre en el hombro.
El Ejército aclaró el viernes que los disparos se produjeron porque tropas israelíes apostadas en un puesto militar cercano al asentamiento de Neveh Tzuf respondieron a los disparos de «asaltantes» palestinos dirigidos a esa comunidad de colonos.
«Tras el tiroteo, dos palestinos heridos llegaron a la entrada de la comunidad para recibir atención médica. Uno de los palestinos heridos, es un niño de tres años que fue evacuado en un helicóptero del Ejército a un hospital israelí», indicó un portavoz militar el viernes.
El niño fue trasladado en estado crítico al hospital Sheba, cerca de Tel Aviv, donde permaneció desde el viernes en soporte vital hasta que fue declarado hoy muerto; mientras que su padre fue atendido en un hospital de Ramala.
«El Ejército lamenta el daño a los no combatientes y se comprometen a hacer todo lo que esté a su alcance para prevenir tales incidentes. El incidente está bajo revisión», indicó el viernes unportavoz castrense, aunque aclaró que las tropas abrieron fuego en respuesta a al tiroteo previo de dos atacantes.
En declaraciones medios palestinos, Haitham al Tamimi, el padre, explicó que acababa de abrochar el cinturón de seguridad a su hijo en el automóvil y que conducía para visitar a un tío que vivía cerca cuando la bala impactó.
«El coche fue alcanzado por disparos y traté de detenerlo. Sentí un dolor en el hombro y cuando miré a mi hijo, descubrí que le habían disparado en la cabeza y se había caído del asiento del automóvil, sangrando”, afirmó.
El conflicto vive su año más mortífero desde la Segunda Intifada (2000-05) en Cisjordania e Israel, donde en lo que va de 2023 han muerto 122 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos violentos con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 21 menores.
De lado israelí han fallecido 20 personas víctimas de ataques palestinos, la mayoría colonos, y entre ellos tres menores.
En total, este año han muerto 156 palestinos, incluyendo los 34 que fallecieron en Gaza en la escalada bélica de mayo, además de otras dos personas en suelo israelí, una de ellas palestina también.
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