¿Por qué las hormigas tienen tanto éxito trabajando en equipo?

Una científica argentina analizó en su tesis doctoral el comportamiento de las hormigas y los mecanismos para tomar decisiones ante obstáculos y actuar en consecuencia de manera individual o social. Conoce los detalles de esta apasionante investigación.

Muy probablemente en tu infancia hayas jugado con hormigas. En los caminos hacia el hormiguero, los pequeños insectos cargando hojas varias veces más grandes que ellos tienen un efecto casi hipnótico. Quizás hayas puesto el dedo, una piedra o un palito para ver qué sucedía con ese sendero de animales tan laboriosos.

Algo parecido hizo la bióloga Marina Alma, del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente de Bariloche (Argentina). Su tesis doctoral consistió en describir cómo las hormigas cortadoras de hojas resuelven individual y colectivamente los problemas que afectan negativamente el ingreso de recursos a la colonia.

«Cuando hago trabajo de campo siento como si estuviera jugando. El experimento tiene mucho de juego. Algunos han consistido en ponerles un obstáculo en el camino y ver cómo lo remueven. En el caso del viento, ponía un ventilador de computadora y con eso las hacía volar. Juegas un montón con el tamaño de obstáculo, para ver qué tamaño son capaces de transportar», dijo la científica.

Las hormigas son insectos sociales y, resuelven sus problemas mediante la toma de decisiones individuales —a partir de su propia experiencia— y colectivas —en función de su contexto social—.

Según la bióloga, el objetivo central de la tesis se trata de evaluar qué lleva a organismos eusociales —las hormigas, las abejas, algunas especies de avispas y termitas, entre otros— a actuar de «manera individual o colectiva». Para eso tomó como referencia la Teoría de Forrajeo Óptimo, la cual propone que, ante la ocurrencia de un problema, los organismos toman decisiones en función de reducir costos y maximizar los beneficios.

«Las hormigas son muy fáciles para trabajar. Permiten modificar un montón de variables y manejar muchas otras. Responden muy bien, entonces como modelo está buenísimo», precisó Alma, que hizo la mayor parte de su trabajo de campo en Neuquén (Argentina), Brasil o Costa Rica.

La hipótesis inicial era que «los organismos sociales contaban con la ventaja respecto a los solitarios de poder resolver el mismo problema de manera individual o colectiva», algo que les da «una ventaja».

«Les permite resolver problemas que son más complejos. De esa forma, por ejemplo, pueden obtener una recompensa en términos de energía, de recursos o defenderse mejor de un predador», explicó la investigadora acerca de la teoría de forraje óptimo.

Muchos de los resultados obtenidos «van en apoyo» de ese postulado. En cuanto a la remoción de obstáculos, se pudo probar que las hormigas decidían quitarlos o no y cuántos individuos iban a participar en el trabajo «en función del costo que tenía».

Otra pregunta que se hizo Alma era si el tiempo que tomaba a los insectos remover un elemento variaba si se realizaba de manera colectiva o individual. A pesar de que la investigadora suponía que las remociones en equipo fueran «más rápidas» que las solitarias, no encontró diferencias en términos de tiempo.

«Lo que sí encontré es que las colectivas son más efectivas para lograr resolver o no un problema. Hacen la diferencia en ese sentido: cuando el problema es muy complejo o cuando el obstáculo era muy grande, individualmente ellos no lo podían remover pero sí colectivamente», explicó.

Estos procesos de decisión basados en función de los costos y beneficios distintos pueden parecer similares a los de otras especies con capacidad de razonamiento, pero hay que entender que se trata de «comportamientos distintos». Las hormigas «no piensan en las opciones» como podría hacerlo, por ejemplo, un humano.

«Después hay un montón de comportamientos que son similares, como la coordinación: para mover algo juntos. Es lo mismo que nosotros, que nos tenemos que poner de acuerdo para saber en qué dirección vamos a hacerlo. La comunicación no se da con un lenguaje como el nuestro, pero tienen tienen su lenguaje químico», concluyó.

 

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