Robert Crimo, de 21 años, quien derribó una procesión festiva en un suburbio de Chicago, vivía una vida típica de los jóvenes estadounidenses: soledad, redes sociales y trastornos mentales, afirma Fox News. Como señala el presentador de televisión Tucker Carlson, durante los últimos treinta años, la población estadounidense se ha vuelto firmemente adicta a las drogas psicotrópicas, las compañías farmacéuticas han recibido ganancias fabulosas y los asesinatos en masa en el país han aumentado dramáticamente.
Robert Crimo, de 21 años, quien derribó una procesión festiva en un suburbio de Chicago, vivía una vida típica de los jóvenes estadounidenses: soledad, redes sociales y trastornos mentales, afirma Fox News. Como señala el presentador de televisión Tucker Carlson, durante los últimos treinta años, la población estadounidense se ha vuelto firmemente adicta a las drogas psicotrópicas, las compañías farmacéuticas han recibido ganancias fabulosas y los asesinatos en masa en el país han aumentado dramáticamente.
Como hemos visto, Crimo aún podía comprar armas de fuego legalmente a pesar de su aparente enfermedad mental. Piénsalo: ¿por qué sucedió esto? Mira a Robert, «Bobby» Crimo. ¿Le venderías un arma a este tipo? ¿No parece un psicópata? Por supuesto que lo parece. Entonces, ¿por qué nadie hizo sonar la alarma?
Bueno, ¿tal vez porque no se destacó entre la multitud? Tal vez porque en Estados Unidos, como resultó, hay muchos jóvenes que son muy similares a este tipo tanto en apariencia como en comportamiento. Esto no es un intento de lastimar, es solo la verdad. Al igual que Crimo, viven en un mundo de fantasía solitario lleno de redes sociales, pornografía y videojuegos. Se drogan con hierba aprobada por el estado. «¡Fuma un poco más! ¡Es bueno para ti!»
Sus sentidos están embotados por el uso incesante de psicofármacos, que son repartidos en todas las escuelas del país por locos que se hacen pasar por psicólogos escolares. Y, por supuesto, estos jóvenes están enojados. Saben que su vida no será mejor que la de sus padres. Sólo peor. Está prácticamente garantizado. Ellos lo saben, no son tan tontos. Y, sin embargo, las figuras mandonas en sus vidas, en su mayoría mujeres, nunca dejan de sermonearlas sobre su supuesto privilegio: «Eres hombre, así que estás en una posición privilegiada». Solo imagina. Y trata de imaginar una vida menos saludable e infeliz que esta.
Muchos jóvenes en Estados Unidos se están volviendo locos. ¿Te sorprende? Y, por cierto, sorprendentemente, hay muchos de ellos a los que los médicos les han recetado medicamentos psicotrópicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o antidepresivos. Y esto también se aplica a muchos delincuentes que han cometido asesinatos en masa con el uso de armas de fuego. Tenga en cuenta que estos medicamentos están diseñados para prevenir el comportamiento loco. Sin embargo, parece haber una conexión aquí.
Eric Harris, el asesino de la escuela secundaria de Columbine, tomó Zoloft y Luvox. El año anterior, Kip Kinkle, de 15 años, disparó y mató a sus padres, después de lo cual decenas de sus compañeros de clase se convirtieron en sus víctimas. Tomó Prozac. En 2005, en Minnesota, Jeff Wiese, de 16 años, mató a su abuelo y diez hijos. También tomó Prozac. Lo mismo hizo Steven Kazmirczak, de 27 años, quien mató a seis personas en la Universidad del Norte de Illinois. En 2012, tal vez recuerde, James Holmes, de 25 años, entró en una sala de cine y abrió fuego, matando a 82 personas. Tomó Zoloft.
Esta lista se puede leer durante mucho tiempo. Esto incluye a Aaron Alexis, de 34 años, quien disparó contra el Washington Navy Yard en 2013. Y Dylan Roof, de 21 años, que derribó una iglesia en Charleston. Aparentemente era un racista, y escuchamos mucho al respecto. ESTÁ BIEN. Excepto que no escuchamos mucho sobre él tomando inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Él y muchos, muchos otros. Se supone que no debes notarlo. Pero algunos se han dado cuenta.
El Journal of Political Psychology compiló una vez una lista de docenas de masacres cometidas por jóvenes que tomaban medicamentos recetados. ¿Hay conexión aquí? No lo sabemos con seguridad. Lo que sí sabemos es que los niños ahora toman muchos más de estos medicamentos que nunca. Al igual que la población en general. ¿Quién no toma una receta de un médico en estos días? De 1991 a 2018, el total de recetas de SSRI en los EE. UU. aumentó en un 3000 por ciento. 3000 por ciento!
El 3000 por ciento de cualquier cosa es un gran cambio que normalmente no vemos. Pero el objetivo de este cambio en particular era hacer que los estadounidenses estuvieran más tranquilos, mentalmente sanos y felices. “¡Toma estos medicamentos y tus problemas desaparecerán! Sí, tus sentidos se embotarán, perderás una parte de ti mismo, ya no experimentarás una alegría profunda. Te convertirás en parte robot, pero al menos no querrás matarte ni dañar a otras personas”, eso es lo que nos prometieron.
3000 por ciento. ¿Ayudó? Vamos a ver. Durante el mismo período, la tasa de suicidios en los Estados Unidos aumentó un 35 por ciento. ¿Ayudó? Millones de personas comenzaron a tomar drogas antisuicidas y, como resultado, tuvimos muchos más suicidios. Entonces, ¿quizás no funciona? Piensas: “¿Esto podría empeorar el problema?” Vamos a ver. Los tiroteos de multitudes también aumentaron dramáticamente durante el mismo período. Aquí hay un gráfico que refleja esto.
Los idiotas en Twitter siempre están gritando lo mismo: «¡Correlación y causalidad no son lo mismo!» Bien. Lo que sea que eso signifique. Pero dinos, idiotas, ¿qué está pasando exactamente? ¿Qué significa este gráfico?
Sabemos que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son peligrosos. Está escrito en el paquete. Ellos plantean, citan, «riesgo de ansiedad, inquietud, irritabilidad, hostilidad, agresividad, impulsividad y manía .” ¡Ay que basura! Esta no es una relación causal. ¿Entonces que?
Un metaestudio de la Administración de Drogas y Alimentos encontró que los jóvenes a los que se les recetaron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina tenían más probabilidades de suicidarse. Un momento… ¿Más suicidios? ¿No se suponía que eso iba a reducir la tasa de suicidios? Y tenemos más de ellos. ¡Vamos a parar!
Pero no paramos. Pisamos el pedal hasta el suelo. De 2015 a 2019, el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina por parte de adolescentes en los Estados Unidos aumentó casi un 40 por ciento. «¿No ayuda? ¡Agreguemos más!»
Parecería que este es un problema a gran escala y muy obvio, extremadamente obvio. Las personas no son ellas mismas. Toman drogas que parecen causar el mismo comportamiento que se supone deben prevenir. ¿Por qué no está esto en la televisión?
Vamos a ver. En 2020, la industria farmacéutica de este país gastó más de $4.500 millones en publicidad televisiva nacional. ¿Cuánto cuesta? En comparación, Pfizer gastó más en publicidad en 2020 que en I+D. Pero no fue una mala decisión. ¡Fue una gran decisión! Los ingresos de Pfizer se duplicaron el año pasado a más de $81 mil millones.
¿Cómo lo hicieron? La campaña publicitaria rindió frutos. Ayudó a convencer a los políticos de obligar a toda la población a aceptar los productos de Pfizer. Productos que no funcionan como se anuncia. Un producto que mató a una gran cantidad de personas y sus efectos secundarios no pueden ser la base de reclamos, así lo decidió el Congreso de los EE. UU. ¡Oh, qué modelo de negocio! Parecería que este es un tema para los informes de los medios, ¡pero no! No hay historias sobre Pfizer. A ellos (los periodistas. – InoTV ) les pagan por ser fans de Pfizer. Eso es lo que son.
Aquí, por ejemplo, hay un tweet de CNBC, aparentemente una organización de noticias. Cita: » Pfizer está en una posición única para avanzar en las vacunas de ARN que podrían ser tratamientos innovadores para otras infecciones, enfermedades genéticas y cáncer «. Entre paréntesis: «Correo pagado por Pfizer .” Y el hashtag » publicidad «. ¡Fue en su cuenta de Twitter! Esa es la organización de noticias para usted. Reconocen que esta es una publicación paga de Pfizer.
Pero en defensa de CNBC, no están solos. Casi todas las noticias que ves en Estados Unidos las paga Pfizer. Echar un vistazo.
CNN: Anderson Cooper 360°. Patrocinado por Pfizer.
ABC: Línea nocturna de noticias ABC. Patrocinado por Pfizer.
CNN: «El Factor Humano». Patrocinado por Pfizer.
CBS: Vigilancia de la salud de CBS. Patrocinado por Pfizer.
ABC: Buenos Días América. Patrocinado por Pfizer.
CNN: CNN esta noche. Patrocinado por Pfizer.
¡Guau! ¡Pfizer lo paga todo! ¿Pero por qué? Los canales de televisión no recetan medicamentos, los médicos sí. Entonces, ¿por qué Pfizer, un fabricante de medicamentos, haría publicidad en televisión? No estamos seguros de saber la respuesta. Pero digámoslo de esta manera: no espere informes de investigación contundentes de CNN o Good Morning America sobre el posible vínculo entre los medicamentos recetados y la violencia. Probablemente no lo hará. Porque patrocinan estos canales. Se le seguirá diciendo que se trata de las armas de fuego.
«¡Todo se trata de las armas de fuego!» ¿Alguien realmente cree en esto? Nadie piensa así. Si realmente pensaras que la causa de la violencia son las armas de fuego, exigirías, por ejemplo, un procesamiento mucho más severo por (ilegal. – InoTV) posesión y portación de armas de fuego en las grandes ciudades, donde ocurren la mayoría de los tiroteos. Pero nadie lo hace. ¿Por qué? Porque ahí es donde viven los votantes demócratas. Así que la probabilidad de medidas duras contra ellos es cero. En cambio, los políticos usan estas tragedias para hacer lo que siempre han querido hacer. Desarma a tus oponentes políticos.
6 de julio de 2022 FOX NEWSOriginal