Cómo se contagian los 5 tipos de hepatitis: ¿pueden prevenirse todas?

Desde hace mucho se sabe sobre la hepatitis, una enfermedad que causa inflamación del hígado. Aunque hay varios tipos de hepatitis, cada una tiene un origen específico, por lo que es importante conocer los 5 tipos de hepatitis y lo más importante, saber si todas pueden prevenirse o a qué síntomas debemos prestar atención.

Se le llama así a la inflamación del hígado por lesión o infección. De no ser tratada correctamente, puede dañar el funcionamiento del órgano. Recordemos que el hígado se encarga de filtrar la sangre, producir bilis, descomponer sustancias químicas, procesar nutrientes, controlar el nivel hormonal, etc. La hepatitis puede interrumpir las funciones del órgano y causar estragos a la salud.

La Biblioteca Nacional de Medicina señala que la infección puede ser a corto plazo (aguda) o a largo plazo (crónica). En algunos tipos de hepatitis sólo sucede una infección aguda, mientras que en otros tipos puede suceder tanto aguda como crónica.

Dependiendo del tipo de hepatitis, será el riesgo que se pueda tener. Algunas pueden contagiarse al tener relaciones sexuales sin protección. Por eso es importante prestar atención a las señales, pues algunos tipos de hepatitis no presentan síntomas.

Síntomas de alerta

  • Fiebre.
  • Cansancio.
  • Pérdida de apetito.
  • Dolor abdominal, náuseas y vómito.
  • Piel amarilla (ictericia).
  • Dolor en articulaciones.
  • Orina oscura.
  • Heces claras.

En el caso de la infección aguda, los síntomas se presentan entre 2 semanas y 6 meses después de la infección. La infección crónica puede presentarse varios años después y ocasionar cirrosis, cáncer de hígado o insuficiencia hepática.

A los diferentes tipos de hepatitis se les clasifica con las letras: A, B, C, D y E.

Esta enfermedad puede ser provocada por un virus, por el consumo de ciertas sustancias o por una disfunción del sistema inmunológico.

Hepatitis A (VHA)

El Instituto Mexicano del Seguro Social señala que el periodo de incubación es de 14 a 28 días. Puedes contraerla al consumir agua o alimentos contaminados. También puede contagiarse por relaciones sexuales sin protección. Provoca una infección leve que ocasiona fiebre, pérdida del apetito, piel amarillenta, orina oscura, calambres en el estómago y fatiga. Desaparece luego de algunas semanas o meses. La ventaja es que la hepatitis A no se vuelve crónica. Sin embargo, hay que tener cuidado, pues puedes contagiarte si una persona está infectada. Hay una vacuna que tiene eficacia de casi el 100 %.

Hepatitis B (VHB)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel mundial hay alrededor de 260 millones de personas con infección crónica por hepatitis B. Se transmite a través de contactos corporales infectados (sangre, semen, etc.). Puede contagiarse por sexo sin protección, por compartir objetos contaminados o de la madre al bebé al nacer.

De no atenderse a tiempo puede ocasionar cáncer de hígado o cirrosis. Por fortuna existe vacuna para proteger contra la hepatitis B y D.

Hepatitis D 

Afecta únicamente a las personas que han sido infectadas por la hepatitis B. Se transmite por medio de la sangre o al compartir objetos personales, así como al tener sexo sin protección o de madre a hijo. La hepatitis D puede empeorar la infección por hepatitis B y hacer más graves la sintomatología. 

Hepatitis C (VHC)

La persona se infecta si está expuesta a sangre contaminada (transfusión sanguínea, jeringas, tatuajes, piercing, etc.). Esta hepatitis no tiene vacuna. Puede hacerse una infección crónica.

Hepatitis E (VHE)

Al igual que la hepatitis E, se transmite al consumir alimentos y bebidas contaminados. Sin embargo, para este tipo de hepatitis no hay vacuna.

La hepatitis, ¿se puede prevenir?

De acuerdo al tipo de afección, será lo que pueda hacerse como medida preventiva. Sólo recuerda que la hepatitis autoinmune no se puede prevenir, señala la Biblioteca Nacional de Medicina.

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