Juez TSE califica de irresponsable al presidente de la JCE y le atribuye daños primarias

El juez titular del Tribunal Superior Electoral (TSE) Ramón Arístides Madera afirmó que en las primarias internas simultáneas celebradas el 6 de octubre en curso se produjeron “muchos daños irreparables” y atribuyó la responsabilidad de los mismos al presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán.

En un voto disidente de la ordenanza mediante la cual el TSE rechazó la “Demanda en referimiento de extrema urgencia” incoada por el precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Leonel Fernández, el magistrado Madera afirmó que toda la situación de crisis que se ha presentado pudo evitarse si la JCE hubiera cumplido con su obligación “legal y moral” frente al país, a la democracia y a los partidos políticos.

“Soy de opinión que con las actuaciones poco transparentes e irresponsables del presidente de la JCE, todos los sectores salieron perdiendo y, por lo tanto, existen daños irreparables con motivo de la poca transparencia, falta de equilibrio y de ecuanimidad de parte del presidente de la Junta Central Electoral”, dijo.

Madera, quien se definió como un “magistrado independiente, que no tiene compromisos con nadie porque soy un libre pensador” , afirmó que a la JCE “le faltó prudencia, sabiduría y discernimiento” a todo lo largo de este proceso, tanto por ignorar los distintos pedimentos que le hizo oportunamente Fernández, “como por no realizar con prudencia, responsabilidad, eficiencia y eficacia sus funciones de árbitro”.

Dijo que era obligación de la JCE realizar una auditoría técnica-forense a través de una compañía acreditada y de prestigio internacional, como se comprometió a hacerlo, o el conteo manual del 100% de los votos físicos emitidos en el nivel presidencial del PLD, en cumplimiento de lo que se disponen los artículos 51 de la Ley No.33-18 sobre Partidos Políticos, y 48 y 49 del Reglamento para la aplicación de la cita ley.

Diferendo con jueces. Indicó que difiere de la mayoría de los jueces que componen el pleno del TSE con relación al “daño inminente” porque en la especie, el perjuicio que aún no se ha realizado en detrimento de Fernández consiste en que todavía la JCE no había proclamado al demandado Gonzalo Castillo como ganador de las primarias internas del PLD en el nivel presidencial.

Agregó que dicho perjuicio se produciría si la presente situación continuara y el demandado era declarado ganador oficial por la JCE, pues la legitimidad y licitud de los votos obtenidos por él durante las primarias están siendo seriamente cuestionados, no solo por el demandante sino también por la mayoría de los sectores de la sociedad civil y el liderazgo político nacional, argumentando “que existen presunciones significativas de que los mismos fueron obtenidos mediante el dolo, fraude, manipulación y alteración del software y hardware utilizado en las primarias del día 6 de octubre del año 2019…”

Agregó que también del criterio expresado en el cuerpo de la ordenanza del TSE con relación a la “turbación manifiestamente ilícita”, por entender que en el presente caso la misma se deriva del hecho de la eventual proclamación de candidatos sin haber realizado la auditor correspondiente.

Indicó que si eventualmente se demuestra que la proclamación de Gonzalo está viciada, afectaría su legitimidad por no haber sido realizada de conformidad con el procedimiento y el rigor establecido por la propia JCE el 31 de enero del año 2019 que acordó con los partidos políticos la realización de una auditoría técnico-forense y cuya realización fue ordenada por el Pleno .

Dijo que para su sentencia el TSE además tomó como precedentes vinculantes los criterios establecidos en las ordenanzas números 002-2018 y 001-2019, referentes a las demandas en referimiento que procuraban suspender la celebración de una asamblea nacional ordinaria del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en el año 2008.

“A nuestro juicio, las cuestiones fácticas de los casos objeto de las referidas ordenanzas, no se corresponden ni son similares a las cuestiones de hecho ocurridos en la litis que hoy nos ocupa”, subrayó.

Daños ocasionados. Dijo que la actuación de la JCE en las primarias del domingo 6 de octubre provocó “daños irreparables” al sistema de voto automatizado, a la democracia, los partidos políticos, a los precandidatos y al propio organismo electoral.

En su opinión, esos daños son de tal magnitud “que esos equipos tan costosos tendrían que ser desechables y bajo esas circunstancias no podrán ser utilizados en las elecciones de febrero y mayo del año 2020” como se tenía previsto.

Dijo que también Fernández sufrió daños irreparables porque “ con razón o sin razón considera que fue víctima de fraude que pone en juego su futuro político, su liderazgo y su prestigio”.

Igual el precandidato Gonzalo Castillo, “ porque sin tener culpa de la negligencia o la irresponsabilidad del presidente de la JCE, se está poniendo en dudas su triunfo y muchos consideran que esa candidatura es ilegítima, porque lo atribuyen a un fraude”.

En cuanto a la JCE, afirmó que le provoca daños irreparables “porque los partidos políticos, la sociedad civil y el pueblo pueden perderle la confianza y la misma puede ser desacreditada y descalificada para arbitrar, organizar y dirigir los próximos certámenes electorales”, y además porque se va a incrementar en la mentalidad de los ciudadanos dominicanos que la cultura del fraude persiste en la Junta Central Electoral y que tiene raíces muy profundas.

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