El alcalde de Santiago, Abel Martínez, denunció ayer que ese municipio es afectado por la ocupación de espacios públicos usados por ilegales haitianos, a los que definió como un gran problema y aseguró que el país está desbordado con más de dos millones de indocumentados.
A eso anexó, según una nota,que las haitianas paren aquí más que las dominicanas y los hospitales están copados de esas extranjeras, que les quitan camas a las nacionales en centros como a la maternidad del Seguro Social y no hay camas.
Martínez expresó que más serio todavía es que paren más que las nativas y que y por esa causa en pocos años la población haitiana superará a la dominicana, porque no vuelven a su territorio y nadie sabe responder sobre la manera en la que ingresan a este lado, quién las trae, quién las hace quedar y cómo cruzan la frontera.
Alertó que ya en Santiago y en el país entero no caben más ilegales y que el presupuesto de Salud es invertidos en esas personas, a pesar de las carencias de la República Dominicana.
Martínez manifestó que aunque el país ayude al pueblo haitiano y lo ha hecho, “incluso con la construcción de una universidad que sigue cerrada, porque no la quisieron y le han ofrecido toda la ayuda del mundo, hasta los equipos de Obras Públicas, han estado allá y aquí tenemos nuestros problemas”.