EEUU registra aumento histórico de muertes por armas de fuego: 45 mil

Nueva York.– Las muertes por armas de fuego alcanzaron la cifra más alta jamás registrada en Estados Unidos durante 2020, con un incremento de 35 por ciento en homicidios, cantidad no reportada desde 1994, reportaron los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC), principal autoridad federal sobre salud pública.

Más de 45 mil personas murieron en incidentes relacionados con armas de fuego durante el primer año de la pandemia. “Este es un incremento histórico”, declaró Debra Houry, subdirectora de los CDC, al divulgar los datos en conferencia de prensa.

Aunque más de la mitad de las muertes por armas de fuego son suicidios, ese número se mantuvo casi igual en 2020, comparado con 2019. Pero fue el dramático incremento de homicidios con armas de fuego lo que elevó el total a niveles sin precedente.

Según los CDC, 79 por ciento de los homicidios y 53 por ciento de los suicidios estaban relacionados con armas en 2020. Excluyendo los suicidios, más de 19 mil personas murieron por balas en 2020, comparado con las más de 14 mil del año anterior.

Los CDC indicaron que las estadísticas demuestran “amplias disparidades” donde los homicidios con armas de fuego afectaron más a comunidades pobres, y sobre todo a jóvenes afroestadunidenses. A la vez, los homicidios por armas se incrementaron entre gente de todas edades, razas y género, y tanto en ciudades como zonas rurales en todas las regiones del país.

Los afroestadunidenses sufrieron más que cualquier otro segmento con un incremento de 40 por ciento en la tasa de homicidios, sobre todo los jóvenes; entre indígenas del país hubo un incremento de 27 por ciento y de casi 26 por ciento entre latinos, y 28 por ciento entre blancos. El único grupo donde hubo una reducción fue entre los asiático-estadunidenses, según las cifras de los CDC.

El incremento en muertes por armas de fuego está relacionado con la venta acelerada de armas en el país, con estadunidenses comprando armas más de lo normal al ampliarse la pandemia en 2020 y 2021, de acuerdo con los CDC (ver el informe: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/71/wr/mm7119e1.htm?s_cid=mm7119e1_w).

Es el incremento anual en homicidios por armas más grande en la historia moderna del país, indicó el Centro para Soluciones de Violencia de Armas de la Universidad Johns Hopkins. “En 2020 se perdieron casi 5 mil vidas más en homicidios con armas que en 2019”.

Las armas fueron la causa principal de muerte entre niños y adolescentes en 2020, tomando más vidas que el covid-19, accidentes automovilísticos o cáncer” para los menores de edad, afirma un informe de ese centro (https://publichealth.jhu.edu/2022/new-report-highlights-us-2020-gun-related-deaths-highest-number-ever-recorded-by-cdc-gun-homicides-increase-by-more-than-one-third).

Expertos e investigadores no han identificado las razones del incremento de la violencia, y sobre todo de los homicidios con armas de fuego en los últimos dos años, pero algunos señalan que la pandemia exacerbó muchas condiciones prexistentes, sobre todo en algunas comunidades más marginadas, que han elevado el nivel de violencia, incluyendo factores como la desigualdad económica y condiciones de pobreza, comentaron los CDC.

Otros sugieren que la polarización política en el país, ira contra la violencia oficial y el racismo sistémico, y la expresión más explícita de agrupaciones armadas, sobre todo las derechistas, han cultivado mayor violencia.

Los estadunidenses se matan entre sí con armas 25 veces más que otros países desarrollados, señala el centro Brady Campaign to Prevent Gun Violence.

La razón más citada por los que adquieren armas de fuego es la defensa individual, pero investigaciones de los últimos años confirman que en los hogares que tienen armas se incrementa de tres a cinco veces el riesgo de homicidio y suicidio.

Se calcula que hay más armas en manos privadas en Estados Unidos que población –de hecho, 120.5 armas por cada 100 residentes–, más de 390 millones, según cifras de 2018 por el Small Arms Survey. El Brady Campaign calcula que uno de cada tres adultos en Estados Unidos es dueño de un arma.

David Brook