Muere un rescatista mientras equipos debaten cómo sacar a chicos atrapados en cueva tailandesa

CHIANG RAI, Tailandia (Reuters) – Un rescatista falleció durante la operación para salvar a 12 niños y su entrenador que se encuentran atrapados en un complejo de cuevas inundado en Tailandia, el último revés para una misión que podría verse complicada aún más por la posible llegada de más lluvia a la zona.

Samarn Poonan, un exmiembro de la unidad de élite de la Marina tailandesa que formaba parte del equipo de rescate en Chiang Rai, murió en la noche del jueves tras entrar a la cueva para dejar tanques de oxígeno en una ruta potencial de salida, dijo el comandante de su unidad.

“Las condiciones en la cueva son duras”, dijo el almirante Apakorn Yuukongkaew, a los periodistas el viernes. “Cuando regresaba tras dejar los tanques de oxígeno, cayó inconsciente. Su compañero intentó administrarle los primeros auxilios y cuando no halló respuesta intentó moverlo. No dejaremos que su vida sea en vano. Seguiremos adelante”, afirmó.

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, indicó el jueves que los socorristas estaban preparando una “tubería de oxígeno” dentro de los preparativos para la extracción del equipo infantil de fútbol, aunque precisó que los chicos no saldrán pronto.

“Como ven, estamos aumentando el número de personas que está entrando en la cueva, así que tenemos que llenarla de oxígeno”, declaró Narongsak a los reporteros.

Los rescatistas, que incluyen a equipos internacionales, están estudiando formas alternativas de sacar al grupo antes de la llegada de intensas lluvias al norte del país la próxima semana que podrían complicar más la operación.

“Hemos estudiado varias alternativas para encontrar las más factibles”, agregó Narongsak.

Entre las opciones está enseñar a los niños a bucear y salir nadando después, algo que se considera muy arriesgado; quedarse en la cueva varios meses hasta que acabe la temporada de lluvias y baje el nivel de las aguas; o excavar un huevo en la caverna desde el bosque que hay encima.

Los chicos, de entre 11 y 16 años, y su entrenador fueron hallados en la cueva el lunes, después de nueve días dentro, hambrientos pero con buen ánimo. Desaparecieron cuando entraron al complejo para explorarlo el 23 de junio.

Los socorristas están decidiendo cómo sacar al grupo, pero se han visto ralentizados por problemas logísticos, como el alto nivel del agua y los estrechos pasajes inundados que obligarían a los niños a tener que bucear solos.

La Marina tailandesa les está enseñando nociones básicas de buceo, pero no será fácil extraerlos, ya que deberán aprender a usar equipos de submarinismo y avanzar por una caverna que es frustrante incluso para los buceadores más experimentados. Algunos de ellos no saben nadar.

“En lo relativo al plan para que los 13 naden o buceen, hay un único punto crítico que es arriesgado: es donde cada niño deberá bucear solo. El punto es muy estrecho (…) Es agua muy profunda y la distancia es muy larga”, dijo Narongsak.

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