El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso condenó el atentado terrorista del 2 de marzo contra la región rusa de Briansk y planteó la implicación de la OTAN en el ataque.
«Los asesinatos en la región de Briansk se cometieron con armas de la OTAN. Esto plantea la cuestión legítima de calificar a estos Estados de cómplices de tales crímenes y patrocinadores del terrorismo. Hemos sacado las conclusiones oportunas de lo ocurrido. Las autoridades de investigación rusas iniciaron una investigación. Este crimen no quedará impune», aseveró la Cancillería rusa en un comunicado.
La Cancillería rusa subrayó que Kiev ha admitido en repetidas ocasiones que todas sus acciones cuentan con la aprobación y el apoyo de EEUU y otros países de la OTAN, el atentado en la región rusa de Briansk se llevó a cabo con armas de la OTAN.
Añadió que Washington y sus aliados de la OTAN siguen adelante con sus planes de destruir a Rusia suministrando cada vez más armas a Ucrania.
A su vez, el gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, informó que las autoridades brindan toda la asistencia necesaria a las víctimas del ataque y sus familias.
El ministerio agregó que Rusia continuará su operación militar hasta que se logre la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
«Está claro que la operación militar especial continuará hasta que se completen las tareas de desnazificación y desmilitarización de Ucrania y la eliminación de las amenazas a la seguridad que emanan de su territorio», señala el comunicado.
Según Moscú, los países de Occidente exigen a Kiev que continúe las ofensivas y los intentos de ocupar territorios de las nuevas regiones rusas, aunque «entienden que tales planes están condenados al fracaso». Además, denunció que Kiev sigue planeando tomar el poder militar y lanzar ataques contra Crimea, mientras que las sanciones ucranianas contra Rusia por un período de 50 años, «reflejan su pronóstico con respecto a la duración del conflicto».
Asimismo, la Cancillería expresó su disposición a recibir a los ciudadanos rusos y bielorrusos que se encuentran en Ucrania y supuestamente podrían verse obligados a luchar del lado de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Estados Unidos continúa aumentando sus suministros de armas a Kiev y alienta a los países europeos a seguir el mismo camino.
«Constatamos la línea continua de EEUU para aumentar el suministro de armas a Ucrania y persuadir a sus pupilos en Europa, es decir, los países de la Unión Europea, para que también aumenten los suministros», dijo ante la prensa.
Peskov reiteró que las armas occidentales no afectarán el curso de los acontecimientos y solo van a prorrogar el conflicto, empeorando sus efectos para el pueblo ucraniano.
El 2 de marzo, un grupo de saboteadores ucranianos se infiltró en el territorio del distrito de Klímovsk, de la región rusa de Briansk. Los criminales abrieron fuego contra un vehículo que acabó con la vida de dos personas y dejó a un niño herido.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de atentado terrorista el ataque de los combatientes ucranianos infiltrados en la región rusa de Briansk.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lleva a cabo en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.
Rusia envió notas de protesta a todos los países que suministran armas al país vecino. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento con armas para Kiev se convertirá en un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.