EEUU eleva la apuesta para ganar la partida en Siria a cualquier precio

Estados Unidos acusó al Gobierno sirio de estar preparando «un nuevo ataque químico» y alertó de las posibles consecuencias de semejante acción. ¿Qué razones ocultas están detrás de las acusaciones de las autoridades estadounidenses?

Denuncias sin fundamento

Estados Unidos afirma haber encontrado pruebas de que los militares sirios están preparando un nuevo ataque químico, informó el servicio de prensa de la Administración Trump. Hay que recalcar que la autoría del otro ataque en Jan Sheijun —provincia de Idlib—, en el que Washington culpó del uso de armas químicas al mandatario sirio, Bashar Asad, ha sido repetidamente negada por Damasco.

Mientras tanto, EEUU subraya que «las acciones actuales de las tropas sirias se parecen a las que precedieron al ataque con armas químicas del 4 de abril». La Casa Blanca ya ha disuadido a Asad de usar este tipo de armamento y ha amenazado con hacer pagar al Gobierno sirio «un precio muy alto».

El desenlace, más cerca

El fin del conflicto armado en el país árabe está cerca, si bien Washington no podrá conseguir el éxito completo con el que soñaba antes del inicio de la Primavera Árabe, aseguró el analista político y militar Serguéi Prostakov en una entrevista a la agencia rusa FAN.

Siria ha experimentado desde entonces el aumento de la influencia de Rusia e Irán, señaló. Pese a que varios territorios sirios están ocupados por Turquía, las unidades de oposición armada y los kurdos —que se aliaron con Washington—, estos esfuerzos de EEUU no son suficientes para que el país norteamericano pueda decidir por sí solo el destino de Siria, expuso Prostakov.

Sin embargo, el control sobre estas zonas ya es bastante como para poder desmembrar al país árabe, agregó el analista. En este sentido, Washington trata de ampliar sus zonas de influencia en Siria, hecho necesario para contrarrestar a Irán, que es su rival geopolítico y económico en Oriente Próximo.

Asimismo, el Gobierno de EEUU lo hace para controlar los suministros de hidrocarburos a Europa y manejar las actividades de los grupos terroristas, explicó.

Ofensiva sin precedentes

A pesar de la falta de efectivos, el Ejército sirio sigue con su ofensiva en varios frentes gracias a la ayuda de Moscú y Teherán. En caso de que esta ofensiva tenga éxito, Damasco logrará restablecer el control sobre las zonas al este del río Éufrates, los yacimientos petroleros cerca de Palmira y romperá el asedio de Deir Ezzor.

«Esto pondrá fin a la base económica de los yihadistas y hará que reubiquen sus actividades en otras regiones del mundo. Además, Estados Unidos no está contento con la posible creación de un corredor de transporte desde Irán hasta la costa mediterránea», puso de relieve el entrevistado.

En las condiciones actuales, el Gobierno de EEUU se dispone a chantajear a Bashar Asad, y lo hace pese a la falta de pruebas de su presunta implicación en los anteriores ataques con armas químicas.

La advertencia del Pentágono a Damasco también supone una señal de advertencia. A Estados Unidos no le convienen los logros del Gobierno sirio en su lucha por la integridad territorial y contra el terrorismo.

«Washington aspira a beneficiarse al máximo de la situación en Siria. Para ello se vale de sus militares, aliados y de los grupos terroristas que dependen de EEUU. Y todo con tal de conseguir sus objetivos en el país árabe», concluyó Prostakov.

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