Chile se militariza para controlar protesta y saqueos que ya suman tres muertos (videos)

Santiago de Chile.- El Gobierno de Chile mantiene su apuesta por las Fuerzas Armadas para devolver el orden al país, alterado por violentos actos vandálicos que se multiplicaron este sábado por distintos puntos del territorio y que ya han causado tres muertos.

La militarización del país ha ido en aumento para tratar de controlar los desmanes violentos en los que derivó desde el pasado viernes la radicalización de la protesta ciudadana contra el alza del precio del metro, punta del iceberg del hartazgo de la sociedad por la carestía y la desigualdad del país.

La intendenta de la Región Metropolitana de Santiago, Karla Rubilar, ha confirmado al menos tres muertos en un incendio en un supermercado de la comuna de San Bernardo. El Gobierno de Sebastián Piñera declaró el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción para intentar poner fin a los saqueos y destrozos en tiendas.

Dos de los cuerpos estaban calcinados cuando entraron los bomberos y la tercera víctima murió al llegar al hospital. Investigan si se trata de trabajadores del centro comercial o si eran manifestantes.

La intendente de la región Metropolitana de Santiago señaló que todavía no se sabe cómo se produjo el incendio.

«No tenemos claridad (…) si eran personas que estaban alterando el orden público o eran personas que estaban trabajando en el lugar, necesitamos mayor información», apuntó.

Por su parte, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, brindó una conferencia de prensa en la que calificó las acciones de algunos manifestantes como «un vandalismo que no habíamos conocido, ni visto actuar» previamente.

Los saqueos se registraron no solo en supermercados, sino también en tiendas de electrodomésticos y concesionarias de automóviles. 

Las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por la multitud de actos vandálicos que estallaban en puntos muy diversos de la capital de Santiago, entre incendios en estaciones de metro, barricadas, e infinidad de saqueos en comercios, supermercados, bancos y hoteles.

Ello motivó el sábado la declaración de emergencia para confiar al Ejército el control de la situación en Santiago, a la que Gobierno sumó esta madrugada las regiones de Valparaíso (centro), Concepción (sur), las comunas de Coquimbo y La Serena, en la región de Coquimbo (norte) y la comuna de Rancagua, O’Higgins (centro).

En Santiago, esta madrugada se desplegaron 1.500 militares más, hasta un total de 9.441, destinados en su mayor parte a controlar puntos estratégicos como el suministro de agua, luz, y cada una de las 136 estaciones de metro, que constituyen unos de los objetivos más deseados de los violentos para prenderlos en llamas.

Además, las autoridades militares a las que se les designó el mando decretaron el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción hasta las 7.00 hora local (10.00 GMT), una medida que no impidió que, aunque en menor medida, siguieran dándose saqueos en supermercados y centros comerciales.

PROBLEMA DE FONDO

El descontento de parte de la sociedad por el sistema de pensiones chileno, administrado por empresas privadas, el coste de la salud, el deficiente sistema público de educación y los bajos sueldos en relación con el coste de la vida, emergió con las protestas por el precio del metro.

El hartazgo llega al punto de que la deriva violenta de este fenómeno encuentra justificación en algunos ciudadanos, pese a que no participen en los actos vandálicos.

“Si no hay destrucción nadie nos escucha”, dijo una persona de la Rancagua a una televisión chilena, en las puertas de un concesionario de vehículos que fue quemado.

“La gente esta cansada de tantos abusos, solo queremos una marcha pacífica, queremos tener jubilaciones dignas y una educación buena para nuestros hijos y eso no se está diciendo”, dijo una mujer de la misma localidad al mismo medio de comunicación.

EFE y agencias

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