Las últimas 48 horas han sido un auténtico tsunami para la monarquía británica con la publicación de las memorias del príncipe Harry y las entrevistas concedidas por él a distintas cadenas de televisión, en las que ha respondido a todo tipo de preguntas, desde su relación con su padre y su hermano (prácticamente nula al día de hoy), al juego que su familia hace a la prensa sensacionalista («Ciertos miembros de mi familia se han acostado con el diablo», ha dicho) o cómo vivió la muerte de su madre hace veinticinco años.
Una presencia mediática que choca con el silencio que guarda el Palacio de Buckingham al respecto. Ni Carlos III ni el príncipe William se han pronunciado sobre las memorias del príncipe Harry pero según la experta en temas de la realeza de Sunday Times Roya Nikkhah, William «está devastado. La cita que usé ayer es que ‘se está quemando por dentro’. Así es como se siente. Ha decidido no ir frente a frente con su hermano y no contraatacar, no es su estilo», ha argumentado en el programa Good Morning Britain.
«Está devastado porque han salido a la luz tantas cosas personales, particularmente dada mi comprensión de lo que sabe sobre su hermano, sus experiencias con su hermano, cómo lo cuidó. Pero creo que él siente que no es correcto salir y decir ‘No, esto no sucedió, eso sucedió de una manera diferente’. Así no es cómo actúa», ha añadido.
A pesar de todo lo que cuenta en sus memorias, tituladas En la sombra, el príncipe Harry dijo a Anderson Copper en la CBS que espera poder encontrar la paz con su hermano. «El perdón es 100% posible porque me gustaría recuperar a mi padre. Me gustaría tener a mi hermano de vuelta. Por el momento, no los reconozco, tanto como ellos probablemente no me reconozcan a mí», ha añadido también el duque de Sussex.
Mientras tanto, el Palacio de Buckingham guarda silencio y se ha negado en repetidas ocasiones a hacer ningún comentario acerca del libro, que salió a la venta el 10 de enero.