WASHINGTON (Reuters) – Las ventas de casas usadas en Estados Unidos bajaron inesperadamente en julio a un mínimo de 11 meses, en medio de una escasez crónica de oferta que siguió aumentando los precios de las propiedades, en la señal más reciente de que la recuperación del mercado inmobiliario se estaría desacelerando.
El enfriamiento del sector de la vivienda responde más a problemas en la oferta que en la demanda, la cual se encuentra fortalecida por la solidez del mercado laboral. Otro dato mostró el jueves un leve aumento la semana pasada en la cantidad de personas que solicitaron por primera vez subsidio por desempleo.
«El sector inmobiliario está lejos de ser la estrella del crecimiento económico», dijo Michael Gregory, economista vicejefe de BMO Capital Markets en Toronto. «Ni siquiera es un actor de reparto importante», agregó.
La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por su sigla en inglés) dijo el jueves que las ventas de viviendas usadas bajaron 1,3 por ciento, a una cifra anual desestacionalizada de 5,44 millones unidades el mes pasado, el menor nivel desde agosto del 2016. Las ventas subieron 2,1 por ciento comparado con julio del año pasado.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters habían estimado un aumento de 0,9 por ciento, a una tasa de 5,57 millones de unidades, para el mes pasado.
El reporte de la NAR siguió a un dato que el miércoles mostró un desplome de 9,4 por ciento en las ventas de casas nuevas en julio y la segunda caída semanal en pedidos de préstamos para vivienda. Previamente este mes otros reportes revelaron una caída en inicios y permisos de construcción.
En conjunto, los datos sugieren que el sector de la vivienda podría seguir lastrando el crecimiento económico de Estados Unidos en el tercer trimestre. El mercado inmobiliario sustrajo casi tres décimas de punto porcentual al Producto Interno Bruto del país en el período abril-junio.
Pese a la desaceleración del sector de bienes raíces, economistas esperan que la Reserva Federal presente en la reunión del 19 y 20 de septiembre el plan para empezar a reducir su cartera de 4,2 billones de dólares en bonos y otros activos. La Fed está concentrada en el mercado laboral y la inflación.
El mercado de inmuebles ha experimentado una drástica escasez de propiedades a la venta en los últimos dos años. Los constructores señalan que han tenido problemas para zanjar la brecha en los inventarios por falta de terrenos y trabajadores calificados, además de un elevado costo de los materiales.
Al ritmo de venta de casas usadas registrado en julio, llevaría 4,2 meses liquidar el inventario inmobiliario, menos que los 4,8 meses de un año antes. Los economistas consideran unas existencias que se agotan en seis meses como un equilibrio adecuado entre la oferta y la demanda de inmuebles.
En otro reporte difundido el jueves, el Departamento del Trabajo informó que los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo subieron en 2.000, a una cifra desestacionalizada de 234.000, en la semana que terminó el 19 de agosto.