Suspensión del desayuno escolar amenaza con provocar pérdida de empleos

El modelo de alimentación escolar, que implicaba desayuno, almuerzo y merienda, motivó a pequeños empresarios a desarrollar emprendimientos para procesar líquidos, como la leche, dinamizando los empleos locales y las fuentes fijas de ingresos para agricultores y ganaderos.

El embate de la pandemia Covid-19, que llevó al cierre de los planteles escolares, ha golpeado significativamente esos proyectos, dejando a cientos de personas sin empleos, la inversión en riesgo y los agroproductores con sus ingresos reducidos.

Agroindustrial Los Ángeles es una muestra elocuente de lo anteriormente expuesto. Antes de su instalación, los productores de leche comercializaban el líquido fuera de la zona, pero con la planta en la localidad mejoraron costos e ingresos y motivaron la creación de empleos directos fijos.

“Nuestra empresa emplea a 160 personas, debido a la suspensión del programa de desayuno escolar por razones de la pandemia, a partir del mes de agosto, tuvimos que suspender de manera temporal alrededor del 50% de los empleados. De continuar la situación nos veremos obligados a terminar el contrato de trabajo de los mismos”, relata Celida Leonardo, responsable de la planta.

Desde su óptica, es necesario retomar la alimentación escolar, no sólo por la nutrición de los estudiantes, que está en declive, sino por la preservación de los empleos y el reimpulso de la actividad productiva a nivel local.

En la misma zona Este, Coopaghama -una cooperativa de ganaderos- está golpeada por las vicisitudes desde la suspensión de la alimentación escolar.

“Con relación a los empleados, se mantuvieron suspendidos desde abril a septiembre unos 29, y ya para septiembre nos vimos en la necesidad de terminar el contrato laboral con unos 23, y actualmente tenemos activos unos 20, empleados, muchos con jornadas de trabajo reducidas”, Angela Maldonado, líder de las cooperativas.

Tanto Leonardo como Maldonado piden valorar la posibilidad de un modelo semipresencial en las escuelas, con el debido protocolo y los controles para la prevención del virus, con lo cual se garantiza la efectividad de la enseñanza y se retomaría la alimentación escolar.

“Todas las empresas estamos sufriendo la recesión que ha causado la pandemia, primero por la salida a destiempo del programa de alimentación escolar y ahora por el retraso y la incertidumbre de servir raciones pasteurizadas”, indica Leonardo.

Por su lado, Maldonado indicó: “Con la producción y la cadena de suministro que teníamos se ha logrado también el desarrollo de otras comunidades, ya que estas, a través de su producción, generan empleos y contribuyen a la dinamización de la economía de muchas familias”.

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