La crisis del mayor banco alemán plantea problemas para España y el resto de la UE

Recientemente, Deutsche Bank pidió a cientos de sus directivos que renunciasen a cobrar su salario mensual para intentar reducir pérdidas. Una hipotética bancarrota de la mayor organización crediticia de Alemania amenaza con una seria crisis a la UE, ya que el banco es uno de los mayores portadores de bonos de países como España o Italia.

Formalmente, los altos directivos renunciaron a sus respectivos salarios de manera voluntaria. Según explicó el director ejecutivo del banco, Christian Zeving, «esta decisión es parte del programa de reducción de costos».

Problemas existenciales

El Deutsche Bank (DB) se encuentra en medio de un duro programa de austeridad para intentar equilibrar la contabilidad después de varios años de pérdidas. Hasta finales de 2022 el banco busca que la cifra de puestos a tiempo completo se reduzca en unos 18.000 empleados, hasta 74.000 en todo el mundo.

El banco viene arrastrando problemas desde 2016, cuando sumó una pérdida neta de casi 7.000 millones de euros (unos 7.800 millones de dólares). En 2018, el Fondo Monetario Internacional reconoció a DB como «la mayor fuente de riesgo entre los bancos sistémicamente importantes del mundo».

En 2019, Deutsche Bank intentó resolver sus problemas financieros mediante una fusión con Commerzbank. Sin embargo, los reguladores alemanes vetaron el acuerdo, ya que este amenazaba con extender la crisis al segundo banco más grande del país. En julio de ese mismo año, Christian Zeving anunciaba la reestructuración del gigante financiero, en la cual se enmarca el despido de miles de empleados por todo el mundo.

«Lamento que para la restauración de nuestro banco tengamos que aplicar reducciones masivas», dijo entonces el director ejecutivo, explicando que «servirá a los intereses a largo plazo del banco» y, por lo tanto, es necesario actuar con decisión.

Mientras tanto, para finales de 2019, el banco registraba otro año de pérdidas: 5.700 millones de euros (6.300 millones de dólares). Desde enero de 2018, las acciones del principal banco alemán han perdido la mitad de su valor: de 19,5 a unos 9,5 dólares por unidad.

Una bomba de relojería bajo la UE

En el 2020, el banco se ha propuesto reducir sus gastos en unos 2.000 millones de euros (2.258 millones de dólares) hasta los 19.500 millones de euros (22.018 millones de dólares). No obstante, el coronavirus ya ha alterado esos planes y solo en el primer trimestre del año ha traído pérdidas de 5.600 millones de euros (6.323 millones de dólares), lo que ya supone un sobregasto del 15% trimestral.

Pero lo peor podría estar por llegar. Las autoridades estadounidenses creen que Deutsche Bank estuvo presuntamente implicado en el fraude financiero de Jeffrey Epstein, quien fue arrestado por cargos de tráfico sexual y, según las autoridades, se suicidó en una prisión federal. El banco no solo le habría proporcionado grandes préstamos, sino que además le abrió decenas de cuentas registradas a nombres ficticios.

«Lamentamos la decisión de haber contactado con Epstein», se disculpó entonces el portavoz del banco, Daniel Hunter. Sin embargo, según The New York Times, el departamento de servicios financieros de Nueva York anunciará graves sanciones contra el banco alemán antes de finales de julio.

España en el epicentro

El hecho es que al día de hoy DB es el pegamento que mantiene unidas las frágiles piezas de la economía europea. Es el mayor tenedor de bonos de Italia, España, Portugal y otros de los países con las economías más frágiles de la UE. Si su situación financiera empeora, el banco se verá obligado a vender estos valores a precios muy bajos, lo que reducirá sustancialmente la capacidad de atraer nuevos préstamos para los miembros más necesitados de la Unión.

España e Italia han sido las economías más afectadas en los primeros meses del 2020, tanto por el impacto inicial de la pandemia como por la recesión sufrida en los sectores económicos más vulnerables. La crisis ya ha empujado a una mayor dependencia de la economía española del Banco Central Europeo (BCE), quien han sostenido la liquidez del país con la compra de deuda, tanto pública como privada, por un monto que alcanza los 400.000 millones de euros (451.000 millones de dólares).

Para entender la magnitud de esa cifra, basta con destacar que eso es un 34% más que los 298.554 millones que el PIB español alcanzó a sumar en el primer trimestre del 2020.

Sputnik

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