16 oct (Reuters) – Los estadounidenses sin trabajo que recibieron beneficios por desempleo mejorados durante la pandemia pudieron aumentar su gasto y aportar a su ahorro por un tiempo, pero la mayoría de esos ahorros se gastaron rápidamente tras el vencimiento de la ayuda de emergencia, mostró un estudio divulgado el viernes.
Las personas que reciben beneficios por desempleo y pagos directos en efectivo como parte de la ley CARES (Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus, en español) pudieron aproximadamente duplicar sus ahorros líquidos entre marzo y julio de este año, según un análisis de JPMorgan Chase Institute.
El gasto de los consumidores sin trabajo también aumentó un 22% después de que que comenzaron a recibir beneficios mejorados, que aumentaron la ayuda estatal por desempleo en 600 dólares a la semana hasta julio.
Pero esas tendencias se revirtieron rápidamente después de que ese complemento expiró a fines de julio, mostró el estudio. Solo en agosto, los consumidores gastaron cerca de dos tercios de los ahorros que habían juntado durante esos cuatro meses.
Los desempleados también redujeron su gasto en un 14% ese mes -una tendencia que podría continuar si sus finanzas no mejoran, dijeron los investigadores. El reporte no analizó las tendencias en septiembre.
“Eventualmente, sin más apoyo del gobierno o mejorías significativas del mercado laboral, los trabajadores desempleados podrían agotar su colchón de ahorros acumulados, dejándolos con la decisión de recortar aún más el gasto o retrasarse en el pago de deuda y arriendo”, escribieron los investigadores.
Los beneficios mejorados por desempleo compensaron con creces los ingresos perdidos por muchos estadounidenses sin trabajo, siendo equivalentes a un 145% del sueldo previo para el promedio de quienes recibieron los beneficios.
Pero cuando la ayuda expiró, el valor total de los beneficios por desempleo cayó en un 52% entre julio y agosto, mostró el estudio.
El gobierno federal anunció un complemento de 300 dólares a la semana para las personas que reciben los beneficios por desempleo, pero el programa era limitado y al menos 36 estados habían agotado sus fondos al 7 de octubre, destacaron los investigadores.