Autoridades económicas se remangan ante el temor a los estragos del coronavirus en los mercados

SINGAPUR/WASHINGTON, 13 mar (Reuters) – Los Gobiernos y los bancos centrales preparaban más medidas de emergencia para hacer frente a las repercusiones económicas del coronavirus el viernes, cuando los mercados asiáticos sufrieron sus peores caídas semanales desde la crisis financiera de 2008.

La esposa del primer ministro canadiense Justin Trudeau, Sophie, estaba entre los miles de casos nuevos de diagnostico positivo por la enfermedad respiratoria COVID-19, que ya ha infectado a casi 135.000 personas y ha matado a más de 4.900 en todo el mundo.

Los expertos advierten de que, debido a la falta de pruebas y a los casos no notificados, muchas más personas pueden verse afectadas por el brote que surgió en la ciudad china de Wuhan a finales del año pasado.

Se han cancelado o pospuesto grandes eventos deportivos, se han restringido o prohibido grandes concentraciones públicas y se han cerrado escuelas.

“Hay una sensación de miedo y pánico”, dijo James Tao, analista de la casa de valores Commsec en Sídney, donde los teléfonos no dejaban de sonar.

“Es una de esas situaciones en las que hay tanta incertidumbre que nadie sabe muy bien cómo responder… no se sabe si es mejor pelear o huir, mucha gente está eligiendo la huida en este momento”.

El Nikkei japonés estaba en caída libre, con un recorte del 10% después de que las acciones de Wall Street se desplomaran un 10% el jueves, su peor día desde el Lunes Negro de 1987. [.N]

Muchos viajeros en Europa se apresuraban a tomar vuelos a Estados Unidos después de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump impusiera amplias restricciones a los viajes desde el continente, una decisión que enfureció a los líderes europeos y asustó a los inversores.

Trump también sugirió que los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio podrían retrasarse un año.

“Tal vez lo pospongan un año… si es posible”, dijo Trump a los periodistas. “Eso me gusta más que tener estadios vacíos por todas partes.”

Los organizadores de Tokio 2020 insistieron en que estaban avanzando con los preparativos para llevar a cabo unos Juegos “seguros” según lo previsto.

Aun así, Japón debe tomar medidas “audaces y sin precedentes” para superar el impacto económico del virus, dijo su ministro de Economía, sugiriendo que se está trabajando en un estímulo fiscal a gran escala.

Los parlamentarios de Estados Unidos y la Casa Blanca, por su parte, estaban cerca de llegar a un acuerdo sobre un paquete de ayuda económica, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que esperaba anunciar un acuerdo el viernes.

La Reserva Federal de Estados Unidos ofreció el jueves 1,5 billones de dólares en préstamos a corto plazo para estimular la economía y estabilizar el sistema financiero.

El banco central de Australia siguió su ejemplo, inyectando una gran cantidad de efectivo en el sistema el viernes, mientras el pánico que reinaba en los mercados mundiales amenazaba con agotar la liquidez y aumentar los costes de los préstamos. PERDER A SERES QUERIDOS El brote ha causado trastornos en la industria, los viajes, el entretenimiento y los deportes en todo el mundo, y ha llevado a las compañías aéreas a pedir ayuda urgente a sus Gobiernos.

Los líderes europeos advirtieron de que las cosas empeorarían antes de mejorar.

“Se va a extender más”, dijo el primer ministro británico Boris Johnson en una conferencia de prensa. “Debo ser sincero con ustedes, con la población británica: más familias, muchas más familias, van a perder a sus seres queridos antes de tiempo.”

El presidente francés Emmanuel Macron dijo en un discurso televisivo que el país se enfrentaba a su peor crisis de salud pública en un siglo y anunció medidas que incluían el cierre de todas las escuelas, guarderías y universidades a partir del lunes.

En Italia, que está sufriendo el brote más grave de Europa y ha superado las 1.000 muertes por el patógeno, el Gobierno impuso un cierre total de restaurantes, bares y casi todas las tiendas, excepto las de alimentos y las farmacias.

Por el contrario, Corea del Sur -donde surgió el brote más o menos al mismo tiempo que el de Italia- informó de que el número de personas que se recuperaban del virus superaba por primera vez a las nuevas infecciones, lo que hacía abrigar esperanzas de que la mayor epidemia de Asia fuera de China pudiera estar frenándose.

Corea del Sur ha sometido a pruebas a cientos de miles de personas para detectar infecciones y ha rastreado a posibles portadores con tecnología de telefonía celular y satelital, mientras que Italia ha tratado de frenar los movimientos de su población, unos 60 millones de personas.

Varios países de América Latina intensificaron las medidas para frenar la propagación del virus, suspendiendo vuelos europeos, prohibiendo las reuniones públicas y cerrando escuelas.

También se aplazaron algunos partidos de la Liga de Campeones en Europa, se canceló el Gran Premio de Australia y en América del Norte se suspendieron las temporadas de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) y de la Liga Nacional de Hockey, y la Liga Mayor de Béisbol retrasó su temporada.

El primer ministro de Australia, Scott Morrison, desaconsejó las reuniones de 500 personas o más, pero no las de escuelas, universidades, transporte público o aeropuertos. Morrison dijo que iba a ir a un partido de rugby el fin de semana.

Pequeños estados insulares del Pacífico, mal equipados para hacer frente a un brote, impusieron estrictas medidas de bloqueo que incluían la denegación del acceso a los buques de suministro y la prohibición del contacto entre personas durante el repostaje de aviones.

Sin embargo, la propagación del virus en su epicentro, en la provincia china de Hubei, ha disminuido notablemente tras los estrictos controles de transporte y las cuarentenas en ciudades.

El viernes se registraron solo cinco nuevos casos en la capital provincial, Wuhan, mientras que en el resto del país no se registraron infecciones de transmisión local.

El China Daily intensificó la guerra retórica con Estados Unidos, denunciando a los “castigadores de China” de ese país y aclamando a China como ejemplo por sus controles de pandemia y cooperación internacional.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino sugirió el jueves que el ejército de Estados Unidos podría haber llevado el coronavirus a Wuhan.


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