EEUU se esfuerza por tener a su disposición radares de fabricación soviética o rusa: los compran a otros países o recogen los equipos en distintas zonas de tensión. Los estadounidenses los han utilizado durante años para desarrollar y mejorar sus aviones furtivos, escribe el portal chino Sina.
Según los periodistas chinos, el Ejército de EEUU utiliza el Área 51, ubicada a orillas del lago Groom, en el estado de Nevada, para buscar formas de contrarrestar los radares rusos.
En la puerta norte del Área 51 hay un lugar destinado para evaluar equipos extranjeros, donde hay muchos radares de fabricación rusa, asegura el medio. El equipo llega a EEUU de dos maneras: se recoge en las zonas de tensión o se compra a los países que lo usan.
«Los radares de fabricación rusa desempeñaron un papel importante en el desarrollo de las tecnologías utilizadas en el modelo de prueba Lockheed Have Blue (prototipo del F-117), el misil de crucero Senior Prom y otros aviones y misiles furtivos, así como para practicar técnicas de guerra electrónica y supresión de defensas aéreas», dice el artículo.
En septiembre del 2018, las Fuerzas Armadas de EEUU anunciaron la compra a Ucrania de radares 36D6M1-1 utilizados en el sistema de defensa antiaérea S-300, recuerda el medio.
«Los radares que EEUU recibe de Ucrania y otros países fueron diseñados en la URSS. En el siglo XXI, la industria electrónica rusa ha avanzado mucho, el sistema de nueva generación Nebo-M está ingresando gradualmente al sistema de alerta temprana de defensa aérea, lo que significa que a Estados Unidos no le será fácil obtener los últimos desarrollos rusos de detección de aeronaves furtivas», observan los periodistas chinos.
¿Qué hace EEUU con los radares innecesarios? Según el medio, los desmontan para su estudio o los instalan en los sitios de prueba, como China Lake, donde se lanzan los misiles antiradar AGM-88 HARM de alta velocidad.
Sputnik