Los científicos han descubierto que las lluvias de meteoros liberan agua de la superficie de la Luna. Cuando los restos de un cometa golpean la Luna, se evaporan en el impacto, creando una onda de choque en la superficie lunar.
Cuando la onda de choque es lo suficientemente grande, puede destruir la capa superior seca del suelo y liberar moléculas de agua de la capa hidratada que hay de abajo. La nave espacial LADEE detecta estas moléculas de agua al penetrar en la sutil atmósfera de la Luna, mostrando saltos en la señal de agua que se correlacionan con las lluvias de meteoros registradas en la Tierra.
El descubrimiento de agua justo debajo de la superficie lunar proporciona un potencial recurso para futuras exploraciones, y mejora nuestra comprensión del pasado geológico de la Luna y su continua evolución.