Estudio científico indica que las neuronas se regeneran también en la vejez

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«Descubrimos que en el hipocampo de los ancianos se pueden formar las mismas decenas de miles de neuronas nuevas que en el de los cerebros jóvenes. Esto también se confirma por el hecho de que el tamaño de la parte dedicada a la memoria de los ancianos y los jóvenes es aproximadamente igual», dice Maura Boldrini, de la Universidad de Columbia (Nueva York).

Hasta la década de 1960 se creía que los mamíferos adultos no podían generar nuevas neuronas y seguían viviendo gracias a la redistribución de funciones entre las neuronas restantes. De ahí el mito de que «las neuronas no se reemplazan», que se utilizó durante décadas contra los adolescentes para llamarles la atención.

Sin embargo, con el auge de movimientos contraculturales, el mundo experimentó una auténtica revolución. En 1962, Joseph Altman, de EEUU, demostró mediante experimentos con ratas el proceso de neurogénesis en roedores adultos. 30 años después, en 1998, el grupo del investigador Peter Eriksson descubrió que las nuevas células también se forman en los cerebros adultos humanos.Recientes observaciones sobre el funcionamiento del cerebro humano y de otros mamíferos demuestran que algunas células, por ejemplo las relacionadas con el olfato, se regeneran casi continuamente, mientras que otras partes del cerebro, incluido el hipocampo —que controla la memoria-, presentan colonias de células madre bastante grandes que supuestamente estarían involucradas en la neurogénesis.

Baldrini y sus colegas estudiaron la estructura de los fragmentos del hipocampo extraídos del cerebro de tres docenas de jóvenes y personas mayores que murieron en accidentes automovilísticos y por enfermedades no relacionadas con el sistema nervioso. Después de haber marcado todas las células madre con colorantes químicos, las contaron e intentaron comprender si sus reservas se agotaron en el momento del inicio de la vejez y, de ser así, cómo esto afectaba la tasa de formación de nuevas neuronas.

Resultó que las reservas de algunos tipos de células madre realmente se agotaron. Sin embargo, esto no tuvo ningún efecto sobre la velocidad y la frecuencia de la aparición de nuevas neuronas en el centro de la memoria; otros tipos de células nerviosas están involucradas en su formación, cuyo número no disminuye con la edad. Todo esto sugiere que las neuronas continúan formándose hasta la muerte, concluyen Baldrini y sus colegas en su reciente estudio, publicado en Cell Stem Cell.Por otro lado, la vejez aún no pasa sin dejar rastro: el hipocampo de las personas de edad avanzada tiene menos capilares y otros vasos sanguíneos, las células nuevas forman conexiones con los vecinos con menor frecuencia. No está claro por qué sucede esto, pero Baldrini y sus colegas creen que esto puede deberse a una disminución en el número de espacios en blanco de neuronas más especializadas.

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