Con el aumento del número de submarinos de posibles adversarios, mejorar la defensa antisubmarina de EEUU se ha convertido en una tarea urgente para su Ejército. A finales de enero, el Departamento de investigación naval recibió un buque no tripulado capaz de rastrear submarinos silenciosos, escribe Zachary Keck para The National Interest.
El autor señala que el número total de submarinos diésel-eléctricos de China habrá alcanzado 75 unidades para el año 2030. Muchos de ellos cumplen con los más altos estándares, añade. Keck también destaca los éxitos de Rusia en la reconstrucción de la flota submarina destruida después de la Guerra Fría.El buque Sea Hunter (Cazador marino, en español), entregado al Ejército de Estados Unidos como parte del programa para crear barcos no tripulados con el fin de rastrear submarinos diésel-eléctricos silenciosos, es de 40 metros de longitud y es capaz de alcanzar velocidades de 27 nudos (50 km/h). El periodista enfatiza que es el barco no tripulado más grande del mundo.
Los militares opinan que el Sea Hunter podría convertirse en el primer modelo de una nueva clase de barcos capaces de cubrir largas distancias sin tripulantes a bordo. Según los expertos, una de las ventajas del Sea Hunter es el precio relativamente bajo de su mantenimiento en comparación con los destructores convencionales. El mantenimiento diario de la nave no tripulada tendrá un costo de 15.000-20.000 dólares, mientras que el destructor requiere un costo diario de 700.000 dólares.Según los expertos, el Sea Hunter podría formar parte de la Marina de EEUU este año. Además, en diciembre del año pasado, la Armada estadounidense celebró un contrato para desarrollar otro barco no tripulado con el nombre preliminar de Sea Hunter-2.